Janet nunca imagino que por un extraño colgante tuviera que vivir toda una nueva aventura junto con unos seres mágicos que intentaran protegerla y ¿Quién sabe si también la ayudaran a encontrar el amor?
Nada más leer el título del libro viejo me quedé impactada "el bestiario: recogido por la familia Malarkey".
-¿Quiénes son los Malarkey? -pregunte a Quinn.
-Son mis antepasados. Mi familia. Es parte del legado familiar.
Era algo interesante. Normalmente la herencia son joyas, propiedades, dinero y deudas. Me tengo que acostumbrar a que las cosas no son como yo solía pensar que eran. El mundo mágico se estaba abriendo ante mis ojos.
-Veamos... -dijo Quinn abriendo el libro- el primero es... Saltoc su poder es algo especial. Si tienes la suerte de que se te aparece...
-¿Aparecer como un fantasma? -le interrumpí.
La verdad es que no tenía aspecto de peligroso. Más bien parecía adorable. Tenía forma de conejo de pelaje oscuro y la cabeza el cráneo típico de la decoración de películas del oeste.
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-No. sale de su escondite y va hasta ti como cualquier animalillo del bosque. Es una suerte que quiera aparecer frente a alguien. Ya que muestra algún suceso ya sea pasado, presente o futuro.
-¿Cómo por ejemplo como voy a morir?
-No, solo muestra cosas que él cree que tendrían que saber. Pero ya te digo que tienes que ser especial para que aparezca frente a ti.
-No parece peligroso.
-Y no lo es. Pero su espíritu si -dijo pasando la página- este es Deathtoc.
Era casi idéntico al anterior pero con la mirada más fría, el pelaje más oscuro. Pero tampoco se le veía peligroso, si más alto pero no peligroso.
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-¿Y se supone que es peligroso?
-No en el sentido en que tú piensas. Tiene la misma peculiaridad que Saltoc pero con la mala noticia que si se te aparece significa que alguien se va a morir. No tiene porqué ser la persona que se le aparece pero sí que se avecina una muerte.
No sabía que decir así que me quedé mirando la imagen.
-No te preocupes demasiado, nadie en la generación de mi abuela y mis padres ha aparecido así que no te preocupes es, no algo que vayas a ver. Espero -añadió en el último momento.
-Así que te avisa si alguien va a morir.
-Si pero te lo enseña porque cree que esa persona puede ocupar tu lugar, porque en verdad la persona que está en peligro es al que se le aparece.
Eso sí que era perturbador.
-Pero tranquila ya te he dicho que es muy remoto que se te aparezca. Pasemos al siguiente...
*******
Después de enseñarme muchos de los seres más peligrosos, y otros no tanto, nos salimos al banco de afuera para ver entrenar a los centinelas.
-¿En qué piensas? -me pregunto al ver que no le prestaba atención.
-Estaba mirando solamente -dije sin apartar la vista de la lucha a tres bandas que ocurría frente a mí.
-¿Y... qué opinas?
-Que voy a morir como me pongas en medio.
-No te voy a poner a luchar contra ellos hasta que no encuentres a tu centinela y te salga la marca. Después de eso tendrás que practicar con el que te toque hasta saber medio defenderte. Y al final podrás luchar contra ellos como iguales.
Literalmente pensé que se había vuelto loco. Pero sabía que lo decía enserio. Para mí era una locura.
Se me pasó por la cabeza el hecho de que en algún momento tendría que confesar que Alec era el centinela elegido.
-¿Cómo se supone que tengo que practicar con el centinela que elija?
-No lo elijes tú.
-Eso ya lo sé.
-Pues creando un vínculo. Contra más fuerte sea ese vínculo más rápido sabrás usar tu poder. Yo espero que ya tengas suficiente fuerza en el vínculo antes de que nazca el hijo de la luna.
-Yo ya tengo una marca -dije después de dudar por unos segundos.
-¿Si? ¿Cómo es la marca? ¿Y quién es? -empezó a preguntar ilusionado, al parecer.
Me arremangue para podérsela enseñar.
-Es Alec -le confirme en susurros- pero puedes mantener esto en secreto.
-Dudo que eso sea posible. Tienen un oído demasiado fino -dijo señalando con la mirada como se acercaban los tres animales- ¿cómo sabes que es Alec.
-El día que me trajo le vi el tatuaje, es igual que el mío.
-¿Desde cuándo lo sabes?
-Emm... pues... desde entonces -si iba a ser sincera lo mejor era que lo fuera del todo.
-¿Y cómo que no has dicho nada antes? -pregunto Alec que ya estaba en forma humana, sorprendentemente vestido.
Yo esperaba que al convertirse no estuvieran vestidos, igual que cuando se convierten llevarán ropa... si es que eso tiene algo de sentido.
-Pues...
-No importa. Lo importante es que a mí ya no me afecta lo que haga -interrumpió Katya.
-Katya no seas así. Igualmente la tenemos que ayudar -comento Rayan.
-Callaros -interrumpió Alec la discusión que habían empezado Rayan y Katya- ¿cómo que no has dicho antes que yo soy tu centinela?
-En ese momento todo era demasiado extraño para mí. En ese momento incluso llegue a pensar que me estabas secuestrando.
-Ahora tenemos mucho que hacer juntos -comento sonriendo, no sé si eso me incomodaba o no.
Lo que estaba claro era que ya no tenía modo de salir de esta así que asumiría lo que me viniera según me viniera.
-¿Pero la vas a acaparar ya? -pregunto Rayan.
-¿Por? -le contesto con Alec con otra pregunta.
-Porque yo quiero pasar tiempo con ella ¿qué pasa si pasando tiempo con ella cambia su marca?
-Cómo va a ser eso posible. No digas chorradas.
-No, no es posible pero me intriga que te haya salido tan rápido la marca de Alec -me dijo Quinn.
-¿Es raro? ¿Más que esta situación? -pregunte.
-Para nosotros esto no es raro. Es lo normal. Pero si, es raro la rapidez con la que te has vinculado a Alec.
-¿Se va a morir? -interrumpió Katya con un humor que nadie siguió.
-No, pero sí que me gustaría hacerte pruebas -contesto Quinn.
-¿Ahora me voy a convertir en conejillo de indias, cuando los que hacen cosas raras y se transforman sois vosotros? -pregunte totalmente confusa.
