Capítulo 27

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(Alec)


Vi el momento en el que Janet se giró por mi advertencia. Ella también grito antes de que una luz cegadora me impidiera ver algo.

Cuando fui capaz de abrir los ojos, a medias por la luz, me encontraba flotando, no podía notar el suelo bajo mí.

Cuando me acostumbre a la luz pude ver que me encontraba en una especia de cúpula, formada por las mismas formas del poder de Janet. Ya no había panteras atacándonos, ni había árboles o plantas, y tampoco se podía ver el sol.

Janet...

¿Dónde estaba? La podía sentir por el vínculo, tanto de centinela como de pareja. Por lo que sabía que estaba bien, o por lo menos viva.

Al mirar a mí alrededor vi a Quinn, que era al que más cerca tenia. Malek flotaba un poco más allá y de lejos pude ver a Rayan y Katya. Parecía que todos se encontraban bien en este limbo.

Janet. La llame por el vínculo. ¿Dónde estás?

Estaba desesperado por saber de ella, mínimo saber que estaba bien, viéndolo por mis propios ojos.

Note por el vínculo una especie de impulso eléctrico que toco todos los nervios de mi cuerpo. Sabía que era Janet, era su poder. Me estaba pasando parte de su poder.

Janet estaba descontrolada sacando su poder sin tener en cuenta las consecuencias. Por eso se le había escapado también por el vínculo. Nunca había visto esta magnitud de poder.

Grite llamando a Janet. Convirtiéndome a mi forma humana, para poder usar mi voz.

Volví a sentir el impulso y fue cuando me di cuenta de que la luz se intensifico y que el punto de luz es Janet.

-Alec –escuche la voz de Quinn- ¿Dónde están todos?

Al verle vi que no podía abrir los ojos por la luz, no se había acostumbrado aun.

-Están todos aquí. Janet ha creado una cúpula y nos mantiene a todos dentro –le puse rápidamente en contexto.

-Como siga así va acabar explotando con la cúpula. Hay que pararla. Mi magia no funciona aquí, su magia es más fuerte que la mía. Su escudo bloquea mi magia.

Nunca había escuchado nada parecido. Nunca había escuchado de una magia capaz de bloquear la de un brujo de nacimiento. Eso es imposible.

-Su magia es de la diosa de los cielos –interrumpió Quinn mis pensamientos, como si leyera mis pensamientos- solo tú, como centinela puedes pararla. Como compañeros eres el único que puede detener esto.

Dicho esto me concentre en llamar a Janet tanto en voz como por el vínculo. Pero rechazaba mis llamadas, era como si el poder también bloqueara mis llamadas. Lo bloqueaba todo.

Me di cuenta que Rayan, Katya y Quinn estaban con los ojos cerrados. No estaba seguro de si dormidos o desmayado. Por miedo empecé a presionar más a Janet.

El miedo estaba empezando a invadir mi cuerpo, cuando Malek apareció frente a mí. Nadando por el aire.

-Malek. Ayúdame. Llévame a su lado, por favor –pedí recordando sus poderes.

Solo respondió sonriendo y girando su cabeza a un lado. Por suerte no tardo en empezar a moverme hacia la luz, hacia Janet.

Janet irradiaba calor. Pero yo estaba tan desesperado por frenar a Janet aunque me quemara sabía que abrazarla era lo mejor que podía hacer. Así que aun con miedo a quemarme hasta convertirme en polvo abrace a Janet.

La abrace con todas mis fuerzas. Como si tuviera miedo a que se volatilizara o que explotara. Por miedo a perderla.

-Janet –susurre.

Entonces poco a poco fuimos descendiendo mientras la cúpula se iba desvaneciendo, dejándonos ver el bosque. Janet ya no parecía una bola de luz cegadora.

En menos de un minuto todo parecía haber vuelto a la normalidad. Malek estaba a nuestro pies y Quinn, Rayan y Katya repartidos, cerca, tirados durmiendo. Yo aún mantenía a Janet abrazada por la espalda.

Mirando a mí alrededor vi que todas las panteras también estaban tiradas en el suelo y podía decir que estaban vivas porque las veía respirar.

Estaba a punto de girar a Janet entre mis brazos para poder mirarla a la cara cuando ella me lo impidió agarrándome por las muñecas. Respete su decisión y me quede quieto, aunque no le solté e incluso note las lágrimas que derramaba por el vínculo.

-¿Qué ha pasado? –pregunto tapándose la cara.

-Nada, amor, ya está. No mires –dije obligándole a girarse y apoyarse en mi pecho- Ya todo ha pasado. Has sido gracias a ti, nos has salvado. Has sido la heroína de todos.

-Están todos muertos –dijo desgarradamente cogiéndose a mí.

-No, nadie ha muerto. Solo están dormidos –le aclare.

No quería que pensara que había hecho una masacre.

-Janet. Todo está bien, pero tenemos que movernos. Tengo que llevarme a los demás y nos tenemos que alejar de todas estas panteras. No sé cuánto tiempo se van a quedar dormidas, pero no pienso quedarme para averiguarlo.

Así que baje las manos hasta sus piernas y la aúpe, dejando que rodee mi cuerpo con sus piernas y envolverme con los brazos el cuello.

Con ella sobre mi pedí a Malek que llevara a los demás con sus poderes. Me hizo caso y en seguida me encontré caminando rodeado de tres cuerpos flotantes.

La imagen más surrealista, a aparte de lo que había vivido en la cúpula, que estaba viviendo.

Así que en cuanto llegamos al campamento solté a Janet en la tienda de campaña y la puse bajo la vigilancia de Malek. Mientras me encargue de que los demás despertaran e intentar explicarles lo que había pasado. Ya que me costaba por el shock de lo que había visto.

Me costaba diferenciar si lo que había visto era un sueño o alucinaciones de la magia de Janet.

En cuanto estuvieron al día decidimos ponernos en marcha lo antes posible. Esta vez usando caminos secundarios y alejarnos de carreteras principales. No podíamos ser tan obvios.

Centinela de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora