Capítulo 12

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(Janet)


-De verdad que no me explico cómo es que no moriste con toda la sangre que derramaste -comento Alec.

Estábamos en el salón, se habían unido Katya y Rayan. Les habíamos contado mi historia y todo, estaban igual de sorprendidos como nosotros. Al menos esta vez no se lo he tenido que contar semi desnuda.

-Yo me sentía como como que sangraba pero como si nada fuera mal -puntualice.

-Creo tener una explicación -interrumpió Quinn.

Quien no había levantado la vista de sus viejos libros desde que nos movimos al salón.

-Mirad -dijo poniendo el libro que tenía entre manos en medio- es muy antiguo y puede ser que no sea verdad, pero es la única cosa que podría llegar a explicarlo.

Salían dos personas dibujadas y una especie de hilos que iban de uno a otro. A un lado había palabras, o yo por lo menos lo interpretaba como palabras, pero que no entendía ya que estaban en otro idioma.

Los demás se quedaron estupefactos mirando el libro, para luego mirarme a mí de la misma manera.

-Yo no he atado a nadie -comente.

-No es eso. Tú espiritualmente estás unida a alguien -aclaro Quinn.

-¿Y qué pasa? -pregunte como si hubiera entendido lo que me acababa de decir.

-Pues que gracias al vínculo que te une con esa persona -decía señalando los hilos, dando a entender que eso era el vínculo- te curaste porque de alguna manera te paso su fuerza. Aunque yo diría que no es una persona sino más bien un cambiaforma y lo que te ha pasado es su capacidad de curación.

-¿Quinn puedes traducir esta parte? -pregunto Rayan.

-Aquí habla sobre la parte vinculada y que sufre al ser curado -empezó diciendo- normalmente sentiría el dolor o molestia cuando la otra parte la reclama.

-En palabras más sencillas ¿qué quiere decir? -pregunte.

-Que la persona a la que estás vinculada debe de haber sentido dolor o molestia. Tendremos que ir a buscarla ¿quién es? -me pregunto.

-Emm... yo no sé si tengo algo así. Yo diría que no. No conozco a más cambiaforma que a vosotros y pero como cuente la pantera... -empecé.

-Espera ¿no sabes ni a quién estás vinculada? -pregunto Katya- que idiota.

-No la insultes -bramo Alec- soy yo su vinculación.

Nos quedamos todos callados. Yo porque no entendía lo que eso significaba, los demás no sé porque.

-¿Desde cuándo lo sabes? -pregunto Quinn algo molesto.

-Tranquilízate, que me acabo de enterar como tú. Mientras ella estaba fuera hubo un momento en el que me picaba a rabiar el pecho pero no pensé que sería eso, no sabía que era por eso.

-¿Es malo que esté vinculada a Alec? -pregunte en mi ignorancia.

-Gracias a mí no has muerto -comento este.

-Más bien gracias a su capacidad de auto curación -replico Katya.

-No les hagas ni caso, ojalá yo tuviera una vinculación con alguien -dijo Rayan poniéndose a mi lado. Provocando que Katya me mirara como si acabara de asesinar a su mascota.

-¿Pero es serio, no? ¿Por qué parecéis tan serios al respecto? -pregunte, ignorando a Katya.

-Cualquier vinculación es importante -comenzó Quinn- es estar unido a otra persona de por vida...

-Ya se lo explicaré yo. Ella va a ser mí... compañera -interrumpió Alec.

-Pues no tardes porque Janet necesita saber todo. No la podemos tener ocultándole información.

-Tranquilo. Esta misma noche me la llevaré a dar una vuelta.

-No sé yo si por la noche...

-En este mundo es igual de peligroso que por el día. Sobre todo si no vas acompañada por alguien que te pueda defender.

-¿No se supone que tengo un poder? -dije defensiva echando la culpa a Quinn.

-Y lo tienes, pero aún no lo has desarrollado.

-Quizás su poder es ser inútil -dijo Katya.

-No sé qué poder tengo, pero se quitarle los órganos a un pescado no creo que contigo sea diferente -me defendí antes de que nadie pudiera decir nada.

Se quedaron todos callados. Katya con la boca abierta de indignación y los demás flipando porque le hubiera contestado.

-Calmemos los ánimos. Tenéis que llevaros bien -empezó Quinn- recordad que vuestra misión no es la amistad entre vosotros, estamos hablando del hijo de la diosa de los cielos. No puedo permitir que mis aprendices no hayan aprendido nada de la teórica que os he enseñado.

Todos pusieron la típica cara de un alumno que está siendo reprendido por su profesor. Aunque sabía de sobra que no sentían nada de lo que habían dicho, ni un poquito. Al menos Katya.

-Me gustaría recordaros que estamos aquí por una misión más grande que todos nosotros. No estamos aquí para jugar a muñecas, ni estamos aquí de excursión ¿entendéis? ya sois bastante mayorcitos como para que entre en vuestra cabeza.

-Lo sabemos Quinn. Pero tienes que entender que es normal que necesitemos entendernos entre nosotros para poder llevarnos bien entre nosotros -dijo Rayan.

-Lo sé, pero tampoco parece que hagáis el esfuerzo.

-Yo por mi parte quiero intentar llevarnos bien -comente yo.

-Ahora va a ir de santa -dijo Katya levantándose y yéndose de la habitación dando un portazo.

-Ahora vuelvo -dije levantándome.

-Pero... -empezó Alec.

-El problema lo tiene conmigo, así que lo mejor es hablarlo -le interrumpí.

Me fui por dónde Katya se había ido. La encontré en los desgastados escalones de la entrada. Me senté a su lado.

-¿Cuál es tu problema conmigo? -pregunte.

-¿Te piensas que soy idiota o qué? ahora vienes para quedar como santa delante lo del demás para buscar sus elogios. A mí no me engañas.

-Eso no es verdad. He venido porque no quiero estar discutiendo contigo por cada frase que diga. Este mundo es nuevo para mí y si he hecho algo para ofenderte dímelo ya.

-Lo que me ofende es que una inútil humana como tú sea la elegida por la diosa de los cielos y que yo tenga que defenderte solo colabora a que me entre más rabia contra ti, la verdad.

-¿Eso significa que nunca nos vamos a llevar bien? yo tampoco elegí que me dieran está responsabilidad -dije señalando el collar.

-Muérete -dijo volviendo al interior.

Centinela de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora