En Busca de Cenizas (Law x Lectora)

1- Memoria

De sus finos labios, salió un suave quejido. Con pereza y lentitud, empezó a abrir sus ojos, frunciéndo el ceño por culpa del esfuerzo.

Frente a ella, se encontraban dos jóvenes. Era una jóven y un chico.

La fémina tenía unas curvas muy pronunciadas, unos pechos grandes y redondos, un maravilloso cuerpo. Tenía cabellos naranjos, los cuáles llegaban hasta la zona lúmbar de su cuerpo, y estaban levemente desordenados. En su rostro, había una combinación de alegría, preocupación y cansancio. Llevaba puesta una camisa blanca de tirantes, y unos pantalones de pijama de color morados. Parecía que estaba cansada y preocupada, pero también se notaba una leve luz de alegría en sus gestos.

Por el otro lado, estaba el varón, quién era levemente alto, con cuerpo delgado y de tez morena. También tenía sus cabellos desordenados, pero aquellos eran de un color negro fuerte. Sus ojos éran profundos y penetrantes, de un color gris hipnotizantes, y debájo de aquellos ojos, se marcaban unas grandes ojeras, cómo si no hubiése dormido en semánas. Su rostro parecía serio, con una pizca de preocupación. Él llevaba puesto una bata de médico, con una camiseta negra, y unos pantalones azul oscuro, casi negro. Aquel hombre, la miraba fijamente, cómo si esperase un regalo o mínimo un beso.

--¡¡(T/N)!! Gracias al creador que te encuentras bien. Desde que éste idiota me llamó, no he evitado sentir preocupación. ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien? ¿Te sientes mareada?-- Balbuceaba la pelinaranja, tomándo a su amiga de los hombros, esperándo respuestas a sus preguntas.

--¿N-Nami...?-- Fué lo único que recibió de la menor, quién se encontraba verdaderamente confundida. --¿Dónde estoy?

--¡Estás en el hospital! T-Tuviste un accidente... ¿Qué te pasó?-- Cuestionó Nami, seria, pero aún preocupada. --¿Sabes qué? Creo que no soy yo quién debería preguntarte eso.

Tras decir aquello, la de cabellos naranjas giró para ver a ese ojeroso, quién se encontraba confundido, distraído y serio.

<< ¿Quién...? >>

--Oye-- Murmuró Nami, tratándo de captar la atención del varón, pero éste no respondía. --, Trafalgar.

El nombrado alzó la mirada, cruzándo su mirada con la de ojos (c/o).

--(T-T/N)-ya...-- Murmuró el ojigris, captándo la atención de la jóven.

--¿M-Me conoces? Digo... ¿Te conozco?-- Cuestionó la de cabellos (c/c), con un gesto de confusión y preocupación. --No recuerdo haberte visto en algún otro sitio...

--¿No...?

El rostro del médico se oscureció, perdiéndo toda esa felicidad que sintió cuando vió que la menor había despertado.

Trafalgar se mordió el labio inferior, apretó sus puños, cruzó su mirada con Nami, quién parecía completamente confundida.

--O sea, ¿cómo? (T/N), él es Trafalgar Law... Law es tú...-- La voz de la pelinaranja sonaba intranquila.

--¿Le conozco? Pero... ¿De dónde?-- La menor entrecerró sus ojos, tratándo de recordar de dónde conocía a ese jóven.

Lo único que consiguió de su cerebro, fué un mareo.

--¿No le recuerda? (T/N), él es...-- Nami bajó la mirada, frunciéndo el ceño, confundida. ¿Por qué su amiga no...?

--¿De verdad te conozco?-- Preguntó la chica, dirigiéndose al de ojos grises.

--No-- Contestó Law, bajándo su mirada, serio y desanimado. Cruzó su mirada con una Nami totalmente sorprendida, confundida y levemente enfadada. --, tú amiga me ha confundido con otra persona. Tan sólo soy un médico de éste hospital.

--Oh, ya veo.-- (T/N) suspiró, aliviada. --Menos mal, ya me había asustado. Pero, ¿qué me pasó?

Nami le dirigió una mirada triste al médico, quién simplemente le ignoró.

--Lo único que sé, es que tuviste un accidente. Y...-- El pelinegro se mordió el labio inferior.

--¿Y qué?-- Dijo la chica, invitándole a ese varón para que siguiese.

--¿Qué es lo último que recuerdas?-- Cuestionó el ojeroso, alzándo una ceja, haciéndo el máximo esfuerzo posible para sonar tranquilo y normal.

--¿Lo último que recuerdo?-- Repitió la jóven, confundida, pero trató de recordar aquello.

--(T/N)...-- Murmuró Nami, totalmente preocupada del estado de su amiga.

--La pijamada... entre Robin, Nami y yo.-- Contestó, finalmente.

Los ojos de la pelinaranja se abrieron de par en par, sorprendida y estupefacta ante la respuesta de la menor.

--¿Qué pása, Nami-ya?-- Cuestionó Law, confundido ante la reacción de la nombrada.

--T-T-Trafalgar... Tenemos que h-hablar...-- Balbuceó la chica, pálida, confundiéndo más al médico.

--Claro.

Ambos jóvenes abandonaron la habitación dónde se encontraba (T/N), quién parecía confundida, pero decidió callar.

--Oye, oye. Antes de todo, ¿por qué...?

--Porque si.-- Interrumpió el ojeroso, serio, tranquilo. O mínimo, eso aparentaba.

--Eso no responde a mi pregunta.

--No preguntaste nada.-- Replicó, y no vacilaba, tan sólo no quería responder a sus actos.

--¡Porque tú me interrumpiste!

--¿Qué me quería decir?-- Cuestionó Law, alzándo una ceja.

Nami bajó la mirada.

--Sobre... lo que... dijo (T/N)...-- Aclaró ella, desanimada y levemente triste.

--Oh, si. ¿Desde cuando fué esa pijamada?-- Preguntó el varón, serio.

--Fué... Hace un año.-- Susurró la pelinaranja, casi cómo el viento, no se le escuchó mucho, pero si lo suficiente para llegar a los oídos del ojigris, y de paso, también llegó a su corazón, escuchándo cómo aquel órgano que no hacía nada más que romperse, se rompió.

--¿Un año?

--Si, y si mal no recuerdo, el día siguiente, el idiota de Luffy nos dijo que nos presentaría a uno de sus amigos lejanos, quién se quedaría a vivir a ésta ciudad.

--Y ese...

--Eres tú, Trafalgar.-- Completó Nami, con un gesto de tristeza.

--No lo puedo creer...-- Murmuró, estupefacto, igual, también se sentía miserable, ya que, después de todo, él fué uno de los principales causantes del accidente de (T/N).

--Trafalgar...-- Nami se acercó al varón, triste. --¿Qué vas a hacer?

--Yo no debo hacer nada. Mi único deber cómo médico es encargarme de la salúd de (T/N)-ya. No debo hacer nada mas que eso.-- Aclaró.

--¡Pero, ella es tú-!

--Paciente.-- Interrumpió Law.

Suspiró, y la pelinaranja decidió no insistir más.

--Si ella no te recuerda... Significa que...-- Balbuceó la de cabellos naranjos, con miedo a terminar la frase

--(T-T/N)-ya perdió la memoria.

CONTINUARÁ...