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Suelen decir que los sueños son solamente eso, sueños. Falsas recreaciones que queremos hacer suceder en nuestra realidad, recreaciones que serían capaces de mejorar nuestra vida aunque sea un poco. Pero al despertar, aquello sencillamente termina yéndose por una borda de metas a cumplir o a una ilusión más por lo mucho...
Pero Lisa y Jungkook habían tomado ese concepto en sus manos como a una bola de papel, y lo habían arrugado una y mil veces hasta desintegrar su contenido y arrojarlo a un cesto de basura.
Porque en estos momentos estaban viviendo su propio sueño, cumpliendo sus ilusiones y saciando aquel hambre y calor voraz que se complementaba en cada uno de sus cuerpos ardientes y sus pechos latientes..
Todo había sido tan rápido, tan repentino e impredecible para los dos, que ninguno podía excusarse de como habían llegado a ese punto. O sencillamente no querían hacerlo, no querían pensar en lo que estaba bien o estaba mal, sólo querían que aquel choque de labios jamás se rompiera..
Jungkook jamás había tenido un autocontrol en sí mismo, se desesperaba fácilmente y no podía controlar ninguno de sus impulsos por más que lo intentará.
Y entre la desesperación de que Lisa no guardará más silencio y lo intentará desafiar con sermones sin saber que ella probablemente era la única persona que ocupaba un lugar importante en su vida, lo había hecho perder su discreción.
Cuando había tratado de calmarse, los ojos de Lisa habían entristecido con un malditamente adorable puchero en sus labios, y acompañado por un "no significo nada para ti". Ese fue su punto final.
¿Qué no significaba nada para él? Hasta la pregunta era una ofensa, pero por supuesto que significaba algo, significaba mucho más de lo que podrían significar sus propios padres. Porque Lalisa le había obsequiado algo que nadie nunca antes lo había hecho...y aquello era un pequeño espacio en su corazón, un refugio de confianza en donde podría abrirse sentimentalmente sin ser juzgado ni burlado. Esa rubia había sido la primer mujer en años que lo hizo sonrojar y actuar de esta manera, la primer jóven que lo llevo a acabar con su orgullo en cuestión de segundos.
