¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
♤°.◇
♤•○
♧.
♡○°◇
♧.♤●
°◇..♡
◇♡•○
.♧♡
♡•
Se lamentaba una y otra vez debajo de las sábanas blancas en su cama, lo único audible eran sus sollozos repletos de insultos y reproches para sí misma. No podía entender como había pretendido intentar ser una animadora durante una tarde, sin haber practicado absolutamente nada.
El recuerdo tan bochornoso de aquel día le provocaba buscar algún acantilado y lanzarse de allí.
《¡1, 2, 3! ¡Vamos Jungkook, tú pue- ¡Ah!》
Lisa golpeó su cabeza con frustración, estaba arrepentida, muy arrepentida. Pues esa misma tarde se había ofrecido a ser el centro de la pirámide, sin nisiquiera haber practicado ello alguna vez.
Y al momento que tuvieron que presentarse en público..
Se cayó en frente de todos.
---¡Hugh!, ¡eres tan tonta, tan engreída, tan payasa!--- Lisa lloriqueó para si misma al mismo tiempo que comenzó a arrojar sus almohadas en el suelo.
Había caído en frente de las animadoras, del entrenador, del público, del equipo de fútbol, del arquero, de Taehyung que la había ido a ver, y sobre todo, había caído en frente de Jungkook, luego de haber alardeado que haría la mejor presentación del mundo.
Estaba tan avergonzada, que apenas eso sucedió, salió corriendo del campus y se encerró en su habitación durante un día, tan siquiera tuvo el valor para regresar a su colegio, o para ver a Jungkook; tampoco es como si él hubiese al menos venido a tocar su puerta, sabía que no le iba a abrir de todas formas.
Lisa prosiguió pataleando su cama de la misma manera, sabía que al día siguiente debía volver al colegio y enfrentar la vergüenza que había pasado, seguramente también debería enfrentar a Mina por segunda vez, estaba completamente segura de que le habían contado el error que cometió y está no dudaría en utilizar eso a su favor para burlarse de ella.
En fin, se recostó sutilmente en el suelo, con sus manos cubriendo su enrojecido rostro, y cuando más lo necesitó, esa peculiar voz inundó a su habitacíon, como aquel ángel blanco que la visitaba cada viernes por la noche.
----Nadie lo recuerda ya, deja de llorar.---
Lisa levantó su mirada hacia arriba para encontrarse con aquellos ojos chocolate que la observaban siempre dese fuera de su azotea.
