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Rose colocó unos dulces en los bolsillos de Lisa, antes de cerrar la cremallera de su campera por completo.
----Lili, ¿por qué no vienes a almorzar en casa hoy? Mis padres se mueren por conocerte, y yo me muero por saber como estuvo la fiesta de anoche..--- Dijo amablemente, y Lisa le respondió con una simple sonrisa.
----Me encantaría, ¿sabes? Pero penosamente me veo en la obligación de negarme a hacerlo. Tengo un fuerte dolor en las piernas, y preferiría descansar un poco..--- suspiró ante el mohín que formó Rose.--- respecto a la fiesta, no hay mucho que contar...pero te daré los detalles más tarde, y con más tranquilidad. ¿Te gustaría venir a cenar está noche? Prepararé algo delicioso..---
Rose asintió.
----Por supuesto, Lisa. Incluso ¿podríamos invitar a Taehyung? Digo, así Jungkook oppa no se aburriría, teniendo la compañía de su mejor amigo, sería más entretenido..--
Lisa frunció el ceño.
----¿Acaso Jungkook estaba incluido en el plan?.--- preguntó y Rose dio un leve golpe en su hombro.--- ¡Auch!.---
----Viven en la misma casa, sería una grosería no invitarlo.---
Para ser francos, Lisa no quería convivir bastante con Jungkook por el momento. Pues en la mañana, al levantarse, se había dado cuenta de la idiotez que había cometido la noche anterior, ¿sobornar a Jungkook para que la llevará en su espalda como a una estúpida muñequita de porcelana? Definitivamente estaba enfurecida consigo misma, y con su imprudencia; sin embargo, a veces el melancólico y gélido ambiente de la madrugada, la hacia cometer hechos idiotas e infantiles, de los cuales se arrepentiría al día siguiente, o simplemente la deprimían con tan sólo colocarse unos audífonos, y algunas canciones del momento.
No lo había demostrado, y mucho menos mencionado. Pero en la madrugada, luego de Jeon la bajo de su espalda y simplemente dejó que se fuera a su habitacíon. Ella se recosto en su cama con los mismos audífonos de siempre, y tan sólo por primera vez, había reproducido una canción algo cursi y melancólica para el momento...gracias a la cual, unas confusas e intolerantes lágrimas se desprendieron de sus ojos..
Ella no había llorado hace meses, exactamente desde la última vez que se despidió de sus amigos en Busan. Pero esta vez no podía entenderlo, ni evitarlo. Sencillamente se sentia frágil y confundida, tan sólo abrazaba a su almohada con fuerza, y aferraba sus manos en su estómago, el cual quería golpear sin duda alguna, para eliminar a esas malditas y fastidiosas hormigas que rondaban en el... No sabía que le estaba sucediendo, ni el porque. Pero ya no quería sentirse de esa forma, no quería ver a Jeon de esa forma cuando sabía que jamás sería correspondida; no quería que su sonrisa y sus ojos se iluminaran al verlo, no quería que su corazón latiera desmesuradamente cuando el tocaba accidentalmente su piel, o cuando le hablaba.. o sencillamente no quería creer que él había logrado provocar algo dentro de ella, tal sólo con mirarla..