El problema de estar enamorados, en el momento equivocado, es que lleva a hacerse mucho daño a ambas partes, cuando quieres darte cuenta has estirado tanto la situación que ya no hay marcha atrás.
¿Cómo recomponer las piezas de tu corazón?
A veces...
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El trabajo se estaba volviendo muy pesado, el cáncer estaba en su última etapa y la señora Cande cada vez estaba más complicada, en todos los sentidos, su humor no era el mejor, todo le molestaba, ya no dormía y se quejaba de todo, yo era quien lo padecía más porque era quien pasaba más tiempo con ella.
Al necesitar el dinero no vi ningún problema en doblar turno o trabajar mis días libres y feriados. Pero cuando la cosa con la señora se puso ruda, mis compañeras comenzaron a abusar de mi para no ir a trabajar.
Era dinero extra pero tenía un agotamiento físico y mental que no era sano. No dormía bien de noche y durante el día debía rendir en la universidad. Por suerte había aprobado mi último parcial antes de vacaciones, así que solo me quedaba preparar los finales con calma.
Sin embargo esa mañana cuando salí del trabajo, me sentía muerta en vida, con ganas de dormir todo el día y no despertar hasta que me tocara trabajar de nuevo.
—La mamá va a morir —exageré mientras me tiraba en mi cama y sentía a Winnie lamer mis brazos.
Mis ojos se estaban cerrando debido al cansancio cuando escuché una notificación en mi teléfono.
Extendí mi brazo de manera perezosa y lo desbloquee viendo con un ojo abierto la pantalla.
Norate envió una solicitud de amistad.
Nora comentó una publicación.
Me espabilé de inmediato y me senté en la cama entrando al perfil para ver si era quien yo creía que era.
Efectivamente, estábamos hablando de la misma Nora/ex toxica de Andrés.
Suspiré con cansancio y le tomé una captura a la pantalla.
Carol: Coño de la madre Andrés, espero que sea una jodida broma de mal gusto porque esta vez no me voy a quedar callada, ya aguante mucho de su parte y no me voy a quedar a esperar a ver como me pisotea de nuevo.
Carol: Foto.
Andrés: ¿Qué pasó?
Respire profundo y ni le respondí, trate de ver qué me había puesto pero yo tenía todo privado, por lo que si no la tenía agregada, no podría ver sus comentarios, pero estaba 100% segura de cuál había sido la publicación que amablemente me había comentado.
Andrés siguió escribiendo, incluso me llamó, pero yo estaba cansada, muy cansada como para seguir peleando con él. Ignoré cada mensaje y desvié todas sus llamadas, estaba harta.
Yo sabía que ella se estaba tomando tal atribución porque algo tuvo que haberle dicho Andrés, incluso algo no le dijo. Toda la película se estaba armando en mi cabeza y estaba cansada de ello, su intento de amistad con ella me estaban llevando al borde de los nervios y esa fue la gota que derramó el vaso, es que incluso la podía escuchar riéndose de mí y de mi ingenuidad al creer que Andrés estaría conmigo, es que lo podía ver con solo cerrar los ojos.
