Finalmente el día que tanto había esperado, llegó.
Salí muy temprano del trabajo y en lugar de dormir como ya venía haciendo los últimos días, me dispuse a preparar todo para la llegada de Andrés, su vuelo llegaba a la noche, así que tendría tiempo de organizar todo.
Sin embargo, no iba a adelantar nada si seguía sentada, moviendo el pie frenética mirando insistentemente la pantalla.
Sabía que Andrés no me hablaría mucho porque aprovecharía de estar con su madre y hermana las últimas horas, así como terminar de arreglar maletas.
Pero cuando me dije "¿será una buena idea ir a esperarlo en el aeropuerto?", no consideré de que para ello tendría que escribirle a su padre, si bien habíamos hablado unas cuantas veces e incluso me había dejado dinero para pagar unas facturas del departamento, nunca habíamos compartido tanto tiempo y mucho menos le había escrito, solo por mi voluntad.
Veía el chat abierto como si fuese mi mayor enemigo, se había puesto en línea tres veces, había escrito y borrado otras tantas. Pero no, no podía tomar el valor para enviarlo.
Recapitule, volví a repasar el plan en mi cabeza y si, encajaba muy bien, él no sabía que lo iba a esperar, se suponía que no nos veríamos esa noche porque estaría trabajando, así que verme en el aeropuerto sería una gran sorpresa. Sin pensarlo mucho, escribí el mensaje y envié, al demonio, lo peor es que me diga que no. Me levanté de la cama toda digna y tomé a Winnie para hacer compras, ya tenía pensado todo lo que haría, solo me faltaban unas pocas cosas.
La pancarta ya estaba hecha, solo faltaba la comida y arreglarme, detalle.
Cuando volví del súper, pasado del medio día, recibí el mensaje que había estado esperando, ese: no se preocupe Carol, le aviso cuando vaya así la paso buscando, fue como ver la gloria. Podría aguantar una hora con el señor de camino al aeropuerto, tampoco era un ogro, o eso esperaba.
Bien, dicho aquello, dejé a la bebé en mi departamento para ir al de Andrés y dejar allí toda la comida y sorpresa preparada, pues haría lasaña, su comida favorita. Limpié por encima, me asegure de que el hámster estuviese vivo, dejé todo organizado y solo de calentar cuando llegáramos.
Me fui corriendo a mi departamento y una vez ahí me estrese, quería hacer muchas cosas y ya tenía el tiempo encima, así que solo me di una ducha, despeje las áreas importantes, arregle mis uñas, disimule un poco mis ojeras con base y baje a Winnie a hacer sus necesidades antes de que pasaran por mi.
¿Estaba nerviosa? Si, mucho, sobretodo por que no sabia cual seria su reacción al verme con su padre, era un gran atrevimiento de mi parte, pero el que no arriesga, no gana.
Como él no sabía que yo iría al aeropuerto, ni tenía idea de que lo iba a ver, solo se comunicaba con su papá para saber en donde lo buscaría. Cuando su padre pasó por mí, bajé con las piernas temblando, no quería causarle una mala impresión al hombre, pero ya había hecho aquello, no había vuelta atrás. Aunque estaba muy nerviosa la cosa no fue tan mal, él fue hablando todo el camino sobre la mujer perfecta para mi hijo y no supe si me estaba dando su aprobación o estaba diciendo en rotundo, tú no eres.
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Destinados ✔
RomanceEl problema de estar enamorados, en el momento equivocado, es que lleva a hacerse mucho daño a ambas partes, cuando quieres darte cuenta has estirado tanto la situación que ya no hay marcha atrás. ¿Cómo recomponer las piezas de tu corazón? A veces...