V E I N T I D O S

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Eso de que todos pasen una luna de miel cuando se hacen novios es real, lo confirmo, de repente las peleas se acabaron, las diferencias disminuyeron, los problemas parecían nimios

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Eso de que todos pasen una luna de miel cuando se hacen novios es real, lo confirmo, de repente las peleas se acabaron, las diferencias disminuyeron, los problemas parecían nimios.

Todo fue bien, en todo sentido de la palabra, el decir que eramos novios, sin dudas, sin restricciones y sin miedos, nos quitó un gran peso de encima.

Al día siguiente de aceptar ser su novia, nos fuimos al campo donde vive su papá, pasamos un muy bonito día, anduvimos a caballo, hicimos picnic, anduvimos por el río, -casi me arrastra el río- volvimos bien de noche, cansados y agotados pero felices.

La semana siguiente a ello, estuvimos enfermos, al parecer era mala idea andar por el río en invierno, pues pescamos un resfrío, así que nos cuidamos mutuamente, incluso tuve que dejar de ir a trabajar por unos días para no contagiar a la señora Cande.

Luego de esa semana de enfermos y enfermeros, salimos todos los días, íbamos a correr, a pasear a Winnie, a merendar, o desayunar en algún sitio, todo era paz y armonía.

Nos enteramos que en la facultad estaban organizando un viaje a Uruguay, así que sin pensarlo dos veces nos inscribimos en él y comenzamos a organizar nuestro viaje a Uruguay, se suponía que era para un congreso, pero no nos interesaba mucho la temática, solo nos llamaba la idea de conocer otro país juntos.

Así que hablé con la señora Cande para ver si podía aumentar mi sueldo y juntar un poco más de dinero, pues a mi era a la que menos le pagaba, porque yo no era enfermera como tal, así que me pagaba muy por debajo de lo legal.

Ella al saber que no podía negarse a mi pedido, accedió a pagar un poco más, Andrés inició emocionado una búsqueda de hoteles que se ajustaran a nuestro presupuesto que estuviese cerca del resto de los chicos de la facultad.

Yo fui la encargada de hacer la compra de dólares porque era la única que tenía cuenta de banco. Así que el primer mes de novios, fue justo eso, una luna de miel.

No fue malo, solo que lo bueno no dura para siempre, en nuestro primer cumple mes Andrés tenía cita con el dentista, así que lo acompañé porque le pondrían anestesia local, él no se había acordado de la fecha, claro está, así que yo saqué ventaja de ello.

Cuando íbamos caminando al consultorio, le agarré la mano y dije, hey, hoy parece un buen día para cumplir un mes de novios, él me miró desconcertado y luego abrió mucho los ojos haciéndome reír, miró su reloj y murmuró una y otra vez claro que no es hoy, pero claro que lo era y se quejó como un niño por no haberse acordado.

Al salir de la consulta parecía un poco -muy- drogado, se reía de todo y parecía que se iba a caer, le pregunté si sentía dolor, pero él negó asegurando que la anestesia funcionaba, tuvimos que pasar por una farmacia para comprar los antibióticos que le había recetado, al llegar estaba atiborrada de gente, pero él me aseguró que podría preguntar solo y que lo podía esperar afuera.

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