Solo dos días habían pasado desde que Andrés había vuelto.
SOLO DOS.
Y ya estaba renegando de mal humor, tratando de no mandar todo a la mierda. ¿Qué pasó Carol, si estabas tan feliz? Anti pasó, ella y sus estúpidas ganas de arruinarlo todo, estaban pasando.
Andrés me dijo: voy a encontrarme con Anti cuando salga del trabajo porque quiere hablar conmigo, y yo así, de: bueno amor, no importa, muy de "novia" comprensiva. Pero sí me importaba y mucho, no lo voy a negar, estaba ardiendo en celos.
Estaba en el trabajo, pues mis permisos ya se habían acabado y aunque habíamos pasado los días anteriores muy lindos, encerrados en nuestra burbuja, él lo arruinó al mencionar a dicha persona.
Mi mal humor era palpable, pero disimulé lo mejor que pude para evitar preguntas.
Un mensaje de él me llegó, era una captura de una conversación con Santi, le había dicho que me había dado apoyo moral mientras él no estaba y burlándose porque me había quebrado en llanto por él. Idiota.
Ya no era romántica, ni paciente, ni divertida. Lo quería matar.
Pero al parecer mi intento por disimular no fue suficiente, por que enseguida notó el cambio en mi.
Andrés: Te incomodó lo de Anti.
No era una pregunta, era una afirmación, él sabía que ella era un problema para mi. Sopesé mis opciones, pero hacerme la digna era lo mío.
Carol: No es algo que me haga feliz. Pero tampoco es algo que me hará enloquecer.
Una voz en mi mente comenzó a torturarme, eres una vil mentirosa, lo cierto era que si estaba enloqueciendo con ello pero no quería hacerlo más obvio.
Pero él se dio cuenta que mentía, ¿cómo? No sé, quizá práctica.
Andrés: Creeme que si te digo, es porque puedes estar segura de que mi nivel de compromiso contigo es muy alto. Cómo dije, no dejaré que nadie de mi pasado (lejano o reciente) interfiera con lo que planeamos conformar.
Una sonrisa salió de mis labios en aquel momento y todas las dudas e inseguridades que estuvieron bailando en mi cabeza desde que me había dicho que la vería, se fueron.
Confianza.
Debíamos trabajar en confianza, porque aunque me negara admitirlo, me costaba mucho volver a confiar en él y en su palabra. Pero al menos en ese momento, eran sus hechos los que me estaban hablando y para mi era suficiente.
Aunque yo tenía muy claro en quien no tenía confianza y era en ella que seguía buscando contacto con él a como diera lugar.
Pero repito, también debía confiar en él, en que no le daría cabida y no arruinaría de nuevo las cosas.
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Destinados ✔
RomanceEl problema de estar enamorados, en el momento equivocado, es que lleva a hacerse mucho daño a ambas partes, cuando quieres darte cuenta has estirado tanto la situación que ya no hay marcha atrás. ¿Cómo recomponer las piezas de tu corazón? A veces...