Pausa para el café (NCT-GAY)

#10- Johnny x Doyoung.

—¿Sucede algo, conejito?

La voz de Johnny es tranquila y cálida, como un susurro en medio de una noche de primavera. Doyoung niega con un pequeño sonido, acomodándose mejor sobre uno de sus codos, mientras con su otra mano cómoda el cabello que cae sobre la frente de su compañero. Ambos están tendidos sobre la cama de Johnny: Johnny está boca arriba y Doyoung sobre su propio estomago, muy cerquita del cuerpo de Johnny. Doyoung ama contemplar el rostro del estadounidense, se ve tan sereno y pacifico, como un ángel recién caído del cielo, que a veces no puede creer cuan afortunado es de poder observarlo a tan solo unos centímetros de distancia. La grabación de JCC había terminado hace unas horas y, luego de cenar con sus miembros, habían decidido mirar una película, idea que descartaron cuando el cansancio los atacó ni bien se acomodaron en el colchón.

—Estaba pensado en lo que nos dijo la adivina— comenta luego de un rato.

—Mmh— responde Johnny abriendo sus ojos perezosos— ¿Y qué piensas?

—Hyung ¿le gustaría ser esa persona que necesite para estar bien? — los ojos de Doyoung brillan tanto que Johnny no puede evitar incorporarse y besarlo.

—¿Estás seguro de esto? — pregunta con una de sus manos recargada en el cuello de su compañero, en sus labios baila una sonrisa tan Johnny que Doyoung no puede encontrar otra palabra que la pueda describir.

Doyoung asiente, con una sonrisa en su rostro casi tan grande como el sonrojo de su rostro. Johnny vuelve a besarlo y Doyoung le empuja hasta que ambos quedan recostados otra vez. Después descansa su cabeza sobre el pecho de Johnny, escuchando los suaves latidos de su corazón, sintiendo como los pesados brazos de Johnny le rodean. El menor se siente seguro, como si todo ese revoltijo de emociones que comenzó a sentir desde la primera que se besaron de casualidad desapareciera para ser reemplazada por una calidez indescriptible en la boca de su estomago.

Aún cuando ambos se quedan dormidos, Doyoung no puede dejar de sonreír y, para que mentir, incluso Johnny desea con todo su corazón despertar con la mayor fortuna que el destino le ha regalado aún entre sus brazos.

(Y ese definitivamente es Doyoung).