MUERTE 17

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LIA POV

-HaeChan, ¿y la cartulina? – le pregunté cuando acabé de recortar algunas imágenes que usaríamos para el trabajo que teníamos que presentar al día siguiente en historia.

-¿Cartulina? ¿Cómo que cartulina? – preguntó él mirándonos a Mark, que buscaba información en uno de los ordenadores de la sala de profesores, y a mí - ¿para qué quieres la cartulina?

-¿Cómo ibas a presentarlo a la clase? – preguntó Mark girándose a mirarlo - ¿en la taza del váter o qué?

-Oye, pues es original, seguro que ningún grupo lo hace – bromeó HaeChan señalándolo.

-Ves a por la cartulina, HaeChan – le dije señalando yo la puerta.

-¿Dónde está eso? ¿Por qué todos los grupos saben donde están las cartulinas y yo no? – frunció el ceño.

-Róbasela a alguien o ves a la clase de Kai, están ahí – le dijo Mark.

-Vale – dijo rodando los ojos y suspirando - ¿vienes y follamos entre pinceles? – le preguntó haciéndole cejitas.

-¿Vas y traes la puta cartulina ya? – le preguntó en el mismo tono.

Yo alcé las cejas mirándolos a los dos, porque para mí, aunque Mark dijese que no, a veces notaba tensión y no de la mala, solo estaba esperando a que Mark se abriese un poquito más porque estaba segura que si cedía a HaeChan, no se arrepentiría.

HaeChan salió de la sala de profes que nos habían dejado para hacer el trabajo y me quedé sola con Mark, buscando la información, me senté en una de sus piernas para mirar el ordenador con él.

Acabamos de buscarla juntos y después nos levantamos para volver a la mesa donde trabajábamos y organizarla para después plasmarla en la cartulina que tenía que traer HaeChan.

-¿Qué coño está haciendo HaeChan? – preguntó Mark mirando la hora del reloj cuando yo me senté en la mesa a esperar - ¿está fabricando él la cartulina? – bromeó.

-Que no te extrañe, nunca pongas la mano en el fuego con HaeChan – reí y abrí un poco mis piernas cuando intentó posicionarse entre ellas.

-No, no, desde luego que no – dijo en un suspiro y frotándose el pelo con la mano, refiriéndose a algo concreto.

Alcé las cejas y él me miró sonriendo un poco.

-Que no me esperaba yo que te gustase tanto HaeChan – admitió.

-Bueno, también me gustas tú – encogí los hombros y le puse bien el cuello de la camiseta de tirantes blanca – por igual – le aseguré.

-Ya... - dijo en un suspiro y colocando sus manos en mi cintura.

-Lo que pasa es que entre los dos me tenéis envidia – le expliqué y asintió sin decir nada, solo mirándome.

-¿Envidia? – preguntó riendo un poco y asentí con la cabeza - ¿envidia de qué?

-De que me beso con los dos y vosotros no – sonreí y él echó la cabeza hacia detrás sonriendo también.

-Ya, pero mis besos son millones de veces mejor que los de HaeChan – bromeó agarrándome de las mejillas y sonriendo pegado a mis labios.

Yo me dejé besar por él, dejando mis manos en su pecho y sus manos tatuadas en mis mejillas, agarrándomelas con cariño mientras saboreaba mi boca con lentitud, Mark tenía una forma de besar muy única y me encantaban cada uno de sus besos.

Era él quién guiaba el beso en todo momento, moviendo mi cabeza con sus manos para acomodarnos, guiando el ritmo de nuestras lenguas y nuestros labios, con el cuerpo de ambos pegados y sin querer que hubiese ni un solo centímetro entre nosotros.

REGLAS DE SANGRE  (Itzy; NCTdream)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora