Capítulo 7

1.4K 144 9
                                        

-¿Te gusta?- preguntó Rosé.

Hace más de diez minutos que habíamos llegado al que sería mi departamento durante mi estadía en Corea.

Era muy espacioso a decir verdad y tenía una bella vista hacia algunos edificios de los departamentos vecinos. Las paredes estaban pintadas en un gris claro y todos los muebles de la habitación eran de caoba con pequeños toques blancos.

Mi nueva habitación era un tanto pequeña, gracias al cielo contaba un clóset pequeño, un baño y un balcón.

La cocina por otro lado, era sin duda alguna muy hermosa. Lástima que no se me daba bien cocinar.

-Es perfecto.- contesté con una gran sonrisa dibujada en mis labios.

Sabía que debía calmar mis emociones, de lo contrario espantaría a las chicas y eso era lo que menos quería.

-Nosotras vivimos a unas calles de aquí.- mencionó Lisa, ella se acercó a mí y me sonrió, acto que hizo que me sonrojara a más no poder.- Escríbeme por si necesitas algo.- me guiñó, por lo que no me quedó otra opción más que bajar mi mirada avergonzada. 

¡Dios!

Esta mujer va a matarme.

-Espero que te sientas cómoda. Sabes que puedes llamarnos por si se te ofrece algo.- musitó Jennie, quien miraba a Lisa con cierto reproche en su penetrante mirada.

Tal vez sólo eran cosas mías, pero sin duda alguna; le era muy fiel al ship que compartía el fandom.

-Bueno linda, dejaremos que te instales y descanses un poco. Si deseas en la noche podemos venir a visitarte o en caso contrario, podemos salir a cenar.- dijo Rosé.

-Una cena me parece bien.- respondí, mientras frotaba mi hombro izquierdo.

-Entonces te llevaremos a uno de los mejores restaurantes que ahí aquí en la zona.- contestó Lisa, quién se acercó ahora a mí y comenzó a masajear mi hombro.

-¡Oh! No se preocupen por eso. Con pizza me conformo.- dije nerviosa. La cálida mano de Lisa estaba haciendo que mi piel se retorciera por las tibias caricias que dejaba en el.

-De eso nada.- dijo Jisoo, lo cual logró sorprenderme.- He estado practicando.- susurró, mientras mecía sus cejas. Mi sonrisa creció aún más, al saber que yo también había estado practicando.

-Me alegro demasiado.- dije, mientras me acerca a a ella.

Tal vez en un impulso la hubiera abrazado, quizás si tuviera la suficiente confianza como para hacerlo, pero no lo hice; sólo por el simple hecho de que yo era una completa desconocida para ellas.

Miré nerviosa mis manos y negué para mis adentros. Al levantar mi vista ví la mirada preocupada de Jisoo posada en mí.

-Yo también... He estado practicando. Pero dudo que pueda hablar bien el coreano sin que suene demasiado raro.- las cinco reímos por aquello, incluída Jisoo; quien al parecer había entendido.

-Ve despacio.- mencionó la mayor.

9

horas más tarde

¡Santísima Mierda!

No podía creer que había dormido durante tantas horas.

¡Dios!

Sin duda alguna, las chicas van a odiarme después de esto. 

Me levanté de la cómoda y tibia cama y corrí hacia la habitación de baño. Iba a dar mi primera mala impresión y me maldecía por ello.

Para siempre, Mi primer gran amor  (Lisa y tú) (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora