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Esto es una mierda, mierda él, mierda lo que me hace sentir y mierda mi dependecia a él. Alex sale por la puerta sin decirme nada, creo que se ha dado cuenta de que lo he fingido. Cojo la almohada y me la pongo en la cara ahogando un grito. ¿Cómo puede ser tan adicitvo? Me anula el deseo sexual con otras personas, lo odio.

Me empiezo a vestir sintiendome como el culo, Karev me cae bien, muy bien, y he fingido un orgasmo mientras lo hacimos, eso es de muy mala persona. La puerta se vuele abrir cuando tengo los pantalones puestos, solo tengo eso puesto.

- ¿Qué haces aquí?- Le pregunto, pero él ya tiene su mano sugejatando mi cara, mis mofletes quedan aplastados, mientras él la levanta. Intento liberarme pero es inútil, me voy ha hacer daño.

- Te lo has follado ¿verdad?- Dice con la voz ronca.- Pero él no te da el placer que te doy yo.- Le mantengo la mirada.- Nadie te lo da.- Como odio que tenga razón.- Eres mía, Kendall. Mía.- Me obliga a besarlo, no se lo respondo, aunque él lo intenta por todos los medios, es feroz, incluso introduce su lengua en mi boca, pero me mantengo recta. Se separa y me mira cínicamente.- ¿Enserio crees que esta fachada que te estás montando hará que desista?- Sonrie de lado y niega.- No, pequeña, no... Con lo que hicimos anoche me confirmaste que sigues a mis pies. Y tú fachada solo hace que te desee más.- Mira mis labios y luego a mis ojos, los observa en silencio unos segundos, y sus sonrisa se ensancha.- No has llegado.- Trago saliva, niego y rie.- No me lo niegues. Conozco tu cuerpo mejor que tú.- Lleva su mano a mi mejilla y la acaricia.- Siempre que llegas tus mejillas se sonrojan y tus ojos brillan como si estuvieras apunto de llorar.- Me mira a los ojos.- Pero ahora no. Tus ojos están vacíos y tus pupilas dilatadas, tus mejillas están pálidas y no tienes ni un rastro de sudor en tu piel.

- He llegado. Karev te da mil vueltas.- Digo intentando sonar segura de mis palabras. Derek suelta una carcajada.

- ¿Segura?

- Si. ¿Sino porque me acostaría con él?

- Tal vez para sacarme de tu cabeza. Te conozco Kendall, demasiado. No sucumbes a los encantos de cualquiera, pero a los míos si,- desabrocha con su mano derecha mi sujetador dejándome semidesnuda- porque te gusta lo prohibido, te gusta saber que mientras me acuesto con Addison pienso en ti, en lo que te estaría haciendo en ese momento, en tu coño rodeando mi polla,- trago saliva- en lo mojada que estarías,- se acerca vacilando y acaricia mis brazos con sus dedos- tus labios, incluso te encantaría follarme mientras Addison están en la habitación de al lado. Quieres arruinarme y destruirme. Pero también quieres poseerme, quieres que te deje en la cama una semana por dolor entre tus piernas, quieres que sea tuyo y que te diga esa frase que tanto te gusta oír de mi boca.- Coje mi cintura con firmeza.- ¿Enserio crees que vas a destruirme así?- Mira mis pechos y pasa su lengua por sus labios, estos son llevados a mis pezones. Dios, no, por favor. Su lengua juguetea con izquierdo y luego hace lo mismo con el derecho.- Si yo caigo tu también. ¿Esta claro?- Sencilla y estúpidamente junto sus labios con los míos.

No es bueno lo que provaca en mi, pero tampoco es un delito. Esto me perjudicará, lo sé, desde anoche me tiene a sus pies. Pero si yo lo estoy, él también, Derek fue el que me buscó, yo solo lo provoque, sabía a que venía y no ha dudado a darme pie a ello.

TOXIC || derek shepherd Donde viven las historias. Descúbrelo ahora