TOXIC || derek shepherd

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— Si nos vamos a seguir acostando quiero normas.— Le digo sentándome en el sofá, llevo una camiseta suya y las bragas, él solo lleva su ropa interior y eso me despista.

— Adelante.— Me hace un gesto con la mano que sujeta el whisky.

— Me puesto acostar con quien yo quiera.— Rie negando.

— No, pequeña, tú eres mía.— Lo miro seria.— Prueba con otra cosa.

Está bien, si no quieres aceptarlo por las buenas te obligaré ha hacerlo por las malas.

— Me quedo este increíble ático.— Le echa un ojo al apartamento y luego me mira.

— Hecho.— ¿Tengo un ático en piso cincuenta en Seattle?— Pero tengo llave y puedo entrar cuando quiera.— Ruedo los ojos y asiento.

— Si Addison se llega a enterar que le estás siendo infiel no quiero que le digas mi nombre, soy la chica anónima.

— De acuerdo.

— Tienes que traerme la cena.— Rie.

— ¿Que te parece si ceño aquí tres noches y pago la cena estas?— No es mala idea. Asiento.— Los fines de semana son exclusivos para mi. Si tienes que hacer algo lo haces entre semana, no voy ha dejar que salgas de este ático mucho.

— Hecho si me llevas a Los Hamptons una vez al mes y siempre que haya vacaciones.— Asiente.— Si me vuelves a llamar "huérfana de mierda"— traga saliva— o cualquier otro tipo de insulto hacia mi amiga niñez, esto se ha acabado.— Asiente suspirando.

— Nada de juntarse con Karev.— Ruedo los ojos.

— Está bien. Pero tu ni te acerques a esa interna.— Sonrie de lado.

— ¿Celosa, pequeña?— Me encojo de hombros.

— No metas a Mark en esto.— Asiente.— Quiero que seas sincero.

— Todo o nada.

— Todo o nada.— Asentimos.

— No te tatuas sin mi consentimiento.— Alzo las cejas.

— No eres mi padre.— Se encoge de hombros.

— Eres capaz de tatuarte Karev si discutimos.— Escondo una sonrisa.

— Está bien.— Accedo.

— ¿Algo más?— Me pregunta.

— Quiero que me digas esas dos palabras.— Tuerce la cabeza y me mira a los ojos.— Siempre que tengas ocasión.

— ¿Quieres saber que me tienes?

— Ay, no, nene, se que te tengo desde hace mucho tiempo, solo me gusta saber que soy yo y no otra.— Sonrie.

— Eres posesiva.

— Al igual que tu.

— Solo con lo que me encanta.

— ¿Addison no te encanta?— Cuestiono sabiendo la respuesta.

— A Addison me atan las propiedades, lo material. A ti me atan el deseo, la atracción, la diversión y el amor, y que casualidad que esas cosas me encanten.— Me mira a los ojos.— Como tu pelo, tus ojos, tus labios, tus tatuajes...— Muerde su labio inferior.

El juego de los Sloan: Conseguir sexo y lo que te apetezca.

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Fin de la primera temporada