NARRA KENDALL
Alex no está mal, no es Brat Pitt o Tom Bruise, y lo mejor, cuando acabamos se fue, no tuve que echarle, es algo que valoro mucho, no hay ataduras, ni incomodidad, cuando te empiezas a quedar después del sexo empiezan las ataduras, es algo que aprendí con Derek.
Me bajo del coche, pero no me da tiempo a caminar, su cuerpo se pega al mío, está enfadado, rabioso.
— Te prohíbo que te folles a otro.— Lo miro a los ojos, lo reto con la mirada.— ¿Me has oído?— Gruñe.— Solo yo puedo follarte.— Dice con su mano apoyada en mi coche.— Solo yo puedo tocarte.— Posesivo, así es conmigo, así se muestra cuando se trata de mi.
— No soy tuya.— Le digo mirándolo a los ojos. Son preciosos, no lo voy ha negar, pero no voy a caer. Sonríe, pero no es de felicidad, es mas de malicia, de cinismo.
— Te equivocas, cielo...— Pasa su dedo por mi mandíbula.— Eres mía desde que fui a tu casa aquella noche y te hice mía.
— ¿Por qué eres tan posesivo conmigo? Con Addison no eres así.—Le pregunto interesada.
— Porque me encantas, me atrapas y me retas. No quiero que nadie toque lo mío. ¿Estamos?— Dice serio.— Y ahora... Dime. ¿Te tocaba mejor que yo? ¿Te gustaba como te lo hacia? ¿Como te besaba?— Pasa su pulgar sobre mi labio inferior. Quiero tentarle y provocarle, y eso consigo cuando meto su pulgar en mi boca, su boca queda entre abierta, nunca he entendido lo sexi de esto, pero les pone como una moto. Saco su dedo de mi boca y me acerco más.
— No soy tuya, nunca lo seré.— Le susurro.— Levanto mi rodilla y le doy en la entrepierna, se aparta encogiéndose.
— ¡Zorra!— Gruñe cogiéndose el paquete.
— Y orgullosa, pendejo.— Lo miro por última vez y me encamino hacia el hospital.
Sus gruñidos acompañan mi caminata de diva hacia mi ligar de trabajo.
Mi respiración se vuelve acelerada, y normal con lo que acabo de hacer, mucho movimiento.
— ¿Me darás la operación?— Me pregunta vistiéndose.
— ¿Sexo por favores, Karev?— Se encoge de hombros.
— Tienes una guardia mañana, puedo cambiar los horarios.— No me gustan las guardias, intento hacer una mensualmente, porque se que mi trabajo conlleva eso, pero cuantas menos posibles mejor, si no duermo no atino.
— Vale.— Sonrie y abre la boca para decir algo pero la puerta le interrumpe.
— Fuera.— Coge de la mala manera el brazo de Alex y lo saca.
— ¡¿Que haces idota?!— Le grito a Derek, pone el pestillo y me levanta de mala manera.— Sueltame.— Su agarre es fuerte, me observa, estoy desnuda, como es normal después de acostarte con alguien. Cojo la sabana de la cama y me intento cubrir, me incomoda su mirada, es como si pudiera ver hasta la sangre que corre por mis venas.
— No te cubras delante de mi, jamás.— Me arrebata la sabana.— Has ido al gimnasio.— Murmura acariciando mis brazos.— Has mejorado,— va hacia mi cuello y roza su nariz, no caigas Kendall— y no creía que eso fuera posible.— Lo besa y yo intento mantener la coraza dura que le mostraba, aunque por dentro quiera arrancarle la ropa y retomar lo que teníamos.— ¿No te causo nada?— Lleva sus manos a mi cadera y me hace chocar contra él.— Porque tu a mi si.— Lo noto, tranquilo, lo noto.
— Apartate.— Creo que he parecido segura.
— ¿Segura?— Se aleja de mi cuello y me clava sus ojos.— Se que lo hice mal, no debí enfadarme porque Mark se acostara con Addison, ella fue infiel una vez,— tres meses, después de que Derek se largara ellos siguieron juntos— yo le he sido infiel por siete años.
Siempre hace lo mismo. Y siempre caigo.
— ¿Nada más?— Inquiero, suspira.
— Fui un capullo.
— Un gran capullo.— Corrijo.
— Un gran y tremendo capullo. Te dije cosas que no debí decirte nunca. Jamás debí haber dejado que esas palabras salieran de mi boca. Lo siento, de verdad, amor, lo siento.— Trago saliva y él lo ve, sus labios se acercan peligrosamente.— ¿Me perdonas, pequeña?
Si. Pero eso tu no lo vas ha saber.
— No. Tu y yo acabamos esa noche.— Me tienta con su boca.
— No lo creo, amor...— Murmura.
— Estas casado, con Addison, eres como mi hermano.— Alza las cejas levemente.
— El incesto es un pecado que me gusta cometer.
¿Me puedo desmayar y que siga pareciendo que no me importa?
— No hay nada.
— Son siete años.
— Y diez con Addison.
— ¿Que importa Addison? ¿Ahora te importa lo que sienta? ¿Lo que piense de ti? ¿Te importa hacerle daño? ¿Justo ahora te empieza a importar? ¿Después de siete años follandote a su marido?— Me dice mirándome a los ojos.— Nunca te ha importado. Y ahora menos. Deja está coraza de dura. Te mueres por besarme.
Ya, cariño, pero no voy ha flaquear, no está vez y desnuda ante ti, menos.

ESTÁS LEYENDO
TOXIC || derek shepherd
फैनफिक्शन⚠️ DEREK SHEPHERD TOXICO ⚠️ ⚠️ NIVEL DE TOXICIDAD ALTO ⚠️ ⚠️COMPLETA⚠️ Kendall Sloan tiene secretos, secertos que comparte con su hermano, desde sus padres, hasta sus amantes. Los Sloan se protegen mutuamente, se lo cuentan absolutamente todo. Mark...