TOXIC || derek shepherd

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¿La mejor sensación del mundo? Saber algo que pueda arruinar la vida de alguien que te ha hecho daño, solo són unas simples palabras, pero si las dices su mundo se viene abajo, se destruirá y solo quedaran cenizas. 

Siempre supe que acabaría mal, pero no sabía que me dolería tanto lo que me dijo.

Entro al hospital ganándome un par de miradas, me gusta que me miren, me gusta llamar la atención, pero por mis logros, y por ser la mejor que lo que hago, no por mi ropa, mi estilo de vida o mi carácter, aunque lo último no me molesta tanto.

No se si está vez la habré llamado por mi ropa, pero es lo único que puede ser, llevo una blusa blanca de tirantes con unos pantalones de vestir negros y unos tacones negros, tampoco voy despampanante. Subo por las escaleras y nada más llegar a la pasarela se cruza delante de mi un grupo de residentes persiguiendo a un especialista. No dudo en acercarme al ver quién es el especialista.

— Tc y resonancia craneal, radiografía de tórax y análisis completos.— Les ordena.

— ¿Cree que es un hematoma subdural?— Le pregunta una residente, aunque ahora creo que son internos.

— Yo creo que es un absceso.— Se giran a verme.

— Kendall...— Le sonrio.

— Que bueno volver a verte, Derek.— Me mira de arriba a abajo, ha pasado casi un año.— ¿Me echabas de menos?— Los internos nos miran.

— Ir ha hacer las pruebas, avisadme cuando estén los resultados.— Dice mirándome, los internos se van.— ¿Qué haces aquí?

— Trabajar.— Frunce el ceño.

— Mi plantilla está completa, no necesito más neurocirujanos.— Dice cruzándose de brazos.— ¿A que has venido realmente? ¿A estropear mi matrimonio?

— ¿Tan mala me crees?— Pregunto inocentemente.

— Eres hermana de Mark y eres igual que él.— Tenso mi mandíbula, mi hermano no es malo, demasiado inteligente con alas chicas diría yo.

— Si Mark se folló a Addi no es mi culpa. Además, tu no eres un santo.— Le recuerdo sonriendo y es él el que tensa la mandíbula.

— ¿Has venido a joder mi relación con Addison?— Alzo una ceja, tengo intención de soltar un montón de burradas, pero Webber aparece.

— Veo que ya has ha saludado nuestra nueva neurocirujana.— Le sonrio a Richard.

— ¿Me vas ha echar?— Niega.

— Vais a co-dirigir neuro.— Dice feliz, le sonrio a Derek con superioridad.

— No.

— ¿Por qué te niegas? ¿Quien mejor para estar codo con codo que tu discípula?— Le pregunta.

— Eso, Derek. ¿Quien mejor que la doctora con la que has pasado interminables noches practicando?— No practicabamos medicina, que quede claro, practicabamos otras cosas. Me mira serio.

— ¿Por qué la vas a contratar?— Le pregunta a Webber molesto.

— Porque vas retrasando, cada día retrasas operaciones, no puedo permitir que se retrasen más.— Le dice Webber.— Así que Kendall te ayudará.

— Solo tiene veintiseis años, no puedes ponerla a dirigir un departamento.— Abro la boca ofendida.

— Tengo veintisiete y desde que tu pegaste la espantada de Nueva York he sido la jefa de neurocirugía.— Abre ligeramente los ojos, ja, no lo sabia.

— Enseñale el hospital y dile dónde podrá cambiarse, en unas horas tiene una operación.— Derek suspira y Webber se va.

— ¿No había más hospitales, Kend?— Abro los ojos, el diminutivo no, o saldrán floripondios de mi boca, vez de cuchillos y machetes.

— Admitelo, me echabas de menos.— Le sonrio y por primera vez sonríe, me lo tomo como un si.— No puede vivir sin mi, Doctor Shepherd.— Intenta no sonreir.— ¿Puedes enseñarme donde están los vestuarios? Me tengo que cambiar para hacer una operación que tu retrasaste hace un mes.— Me mira serio.

— No era prioritario, podia vivir con ese tumor, no le afectaba a nada y el ritmo de crecimiento era muy lento, podia esperar.

— Todo en la medicina es prioritario. O eso me decias cuando era residente.— Le recuerdo.— ¿Por donde es?— Senyala hacia el ascensor, caminamos en silencio hasta él.— ¿Seguro que quieres encerrarte conmigo, a solas, en un ascensor?— Le pregunto después de que el llamara al ascensor. Mira hacia los lados buscando algo y coje a una chica rubia.

— Stevens, sube con nosotros en el ascensor.— La chica lo mira extrañada.

— Tengo que ir a...

— Ella es la Doctora Sloan.— La rubia me mira y luego lo mira a él.

— ¿La nueva cardióloga?— Me pregunta y niego.

— Neurocirujana, voy a dirigir el departamento.— Abre los ojos y mira a Derek. El ascensor abre las puertas y salen barios medicos, entramos despues de que salieran todos.

Durante el corto trayecto me permito observarle, se ha dejado el pelo más largo, me gusta así, siempre me dijo que la humedad le destrozba el pelo, pero parece ser que no le sienta tan mal.

Según Mark, en cuanto discutimos y salio de mi apartamento cogió un vuelo y vino para aquí, donde conocio a Meredith Grey, hija de Ellis Grey, en un bar, se acostaron, y despúes resulto ser que él era su superior y empezaron a salir o algo por el estilo, pero hace unos nueve meses Addison llego y basicamente le jodio el romancito a Derek.

No creo que sepa que su mujer y mi hermano estuvieron viviendo juntos tres meses, igual que se que Addison no sabe nuestro secreto, si no, no matendria un contacto tan estrecho conmigo, me hubiese mandado a tomar viento fresco.