TOXIC || derek shepherd

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El sistema es una mierda, millones de maltratores están sueltos por la calle, los sueltan demasiado pronto, y entre ellos mi padre, hoy sale, le condenaron a quince años, pero sale en ocho por buen comportamiento. ¿Buen comportameinto de qué? ¡Me ahogaba con las almohadas! 

— ¿Estás bien?— Miro a Alex y asiento.

— Perfectamente.— Le sonrío. Cojo la historia que me da, necesito olvidarme.

— Dame el caso.— Giro mi cabeza para ver a Derek.— Vamos, no puedes operar.

— Si que puedo.— Le digo.

— Tu padre, el que te maltrataba cuando eras un niña, sale hoy de la carcel, no tienes la cabeza para pensar.— Dice un poco más bajo para que Alex no se entere.— Vamos, Kendall, solo intento hacerte el dia más ameno.

— ¿Quitandome la unica via de escape para olvidarme de mi padre?— Le pregunto, me mira a los ojos.— Vamos, Derek, no insistas, no quiero discutir. Si quieres hacerme el dia más ameno no hagas que discutamos.— Le cojo la mano.— Por favor. Tu solo quédate a mi lado y no te metas en mi trabajo.— Suspira y asiente. Antes de que pueda irme me coge del brazo reteniendome.

— Mi madre ha venido.— Abro los ojos.— Está hablando con Mark en la cafetería.

— ¿Ha venido para veros a ti y a Addison?— Niega.

— Ha venido porque sabe que dia es hoy. Sabe como te afecta todo esto. Te quiere como a una hija.— Lo miro.— No la evites.

— Me estoy tirando a su hijo.— Sonríe levemente.— Desde que empezamos esto me cuesta mirarla a la cara.

— Es mi madre, te crió, es practicamente tu madre, también, así que actua con normalidad, como llevas haciendolo todos estos años.— Se acerca un poco a mi.— Solo quiere cuidarte, como yo, deja que te cuidemos.

— No tengo cinco años.— Acaricia mi mano disimuladamente.

— Deja que te cuide y que esté pendiente de ti, pequeña.

— Me quitarás los casos.— Niega.— Si, lo harás. Porque tu manera de cuidarme es alejarme de todo y distraerme con besos.

— No es mala idea...

— Quiero opeara a este chico, ver a tu madre, estar con Mark y luego meterme debajo del endredon a dormir.— Le digo.

— En esos planes falta algo.— Frunzo el ceño.— Yo.— Contesta.— No me voy a separar de ti.— Sonrío.— Ve antes de que Alex sospeche más.— Besa mi frente y me voy sin que me pare. Alex no se ha movido muho, solo se ha alejado un par de pasos.

Derek está comiendo con Addison, no hablan, solo comen, de vez en cuando Addison le dice algo y él asiente sin mirarla. Realmente están fatal, su matrimonio esta por los suelos. No sé porque siguen juntos, llevan años mal, podrian haberse divorciado hace años, se tendrian que haber repartido menos, por la parte de Derek sigue con ella porque no quiere perder la mitad o todo.

— Kendall.— Giro mi cabeza levemente y sonrio inconscientemente mirando a Carolyn.

— ¡Carolyn!— Me levanto y la abrazo.

— Menos mal que uno de los hermanos Sloan me llama por mi nombre.— Mark casi nunca la llama por su nombre. Se sienta en la silla vacía que tengo al lado. Estaba comiendo sola. Triste, lo sé. Miro a Derek y a Addison un segundo, siguen sin mirarse o hablar.— ¿Qué piensa tú cabecita de esos dos?— Miro a la mujer que me crió y niego nerviosa.— Vamos, Kend, tu cabeza nunca está vacía. ¿Crees que lo arreglarán?

— El amor todo lo puede ¿no?— Me mira sonriendo.

— Si, pequeña, todo lo puede.— Muerdo mi sándwich.— ¿Qué tal con Derek y lo vuestro?— Me atraganto.

Ay, Dios, no, no, no, no.

— ¿Qué?

— Cuando él se fue de Nueva York os pensasteis y no volvisteis a hablar ¿no?— Asiento despacio.

— ¡Ah! Si. Todo está bien.— Sonríe y desvía la mirada un segundo y sonríe aún más, vuelve a mirarme.

— Habéis vuelto.— Frunzo el ceño.— He visto ha Derek esta mañana, tenía una marca en el cuello.

Reconciliación matutina.

— Bua... No pensé que Addison fuera de esas.— Me escabulló como una cobra.

— No lo es. Pero tu si, Kend.— La miro un leve miedo.— ¿Me he equivocado, Kendall?— Me cuesta mentirla, es como apuñalarme el corazón. Niego.— Pequeña...— No dejo que siga.

— Sé que está mal, pero no sé, paso, paso y... No sé, pero, no sé, Carolyn, no sé que se me pasó por la cabeza para hacerlo...— Agacho la cabeza.

— ¿Tal vez el amor?— La miro de nuevo.— Quieres a mi hijo.— Niego.— Bueno, está bien, amas a mi hijo.— Abro los ojos y niego.— No me niegues lo evidente, pequeña Sloan.— Desvía la mirada un segundo y vuelve a mirarme.— Y él a ti.

— ¿Cómo puedes saberlo a ciencia cierta?

— Las miradas delatan, pequeña. Y las vuestras lo llevan haciendo desde hace diez años.— Empiezo a mover mis pies con nerviosismo.— A una madre no se le escapa nada.

— ¿No te enfada?

— Me enfada que no tuvieras el valor de contarmelo a mi aunque sea, me hubiese gustado que os lo hubierais dicho antes de que se casará y no haber formado todo éste lío.

— Nunca le he dicho que lo quiero.

— Pero él sí.— Asiento.— Nunca te he escuchado decir "Te quiero" a nadie, jamás, y la única razón de que eso pase es porque a ti nunca te lo dijieron y nunca te sentiste así, quien te debria haber amado te maltrató y se olvidó de ti, no les importase.— Dice.— Todo esto es un nudo bien hecho, no es fácil desatar un nudo así, pero creo que sabrás cómo hacerlo.— Niego, pero ella sonríe.— Si que lo sabrás hacer. Derek está atado a Addison, no por amor o remordimiento, sino por las propiedades y el dinero, mi hijo te ama, pero no quiere perder todo lo que se ha ganado y labrado durante su vida y menos su carrera, así que siempre está a medio camino. Hazle llegar al final, de un extremo o del otro, pero que llegue, porque la encrucijada no puede durar toda la vida.— Está mujer es la más sabia del mundo.— Dile que le quieres y su corazón conectará con su cerebro, pequeña.

Podria ser más complicada mi vida. ¡¿No, verdad universo?!