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NARRADOR OMNISCENTE

El peli-negro llega delante de la puerta que le ha mencionado Kendall hace media hora, llama y se sorprende al ver a su amigo sin camiseta, rueda los ojos sabiendo lo que ha hecho la pequeña Sloan.

— No está tu hermana ¿verdad?— Se aparta para dejarlo pasar, Mark asiente.

— ¿Ya querías pecar, Shepherd? Acaba de llegar.— Le dice cerrando la puerta.— Te la ha jugado compañero.— Coge la camiseta que había dejado encima de la cama y se la pone.

— Debería haberme dado cuenta. Me ha cogido asco.— Mark lo mira alzando las cejas.— ¿Qué? Vamos, dímelo, peor que una trampa sexual no hay nada.

— Le dijiste de todo y encima te enfadaste por encontrarnos a Addison y a mi en la cama.— El neurocirujano tensa la mandíbula.

— No estuviste aquella noche en su apartamento.— Se encoge de hombros.

— No hacia falta. Me lo cuenta todo, Derek. Todo y yo se lo cuento todo.— Frunce el ceño.

— ¿Ella sabia que te ibas a acostar con Addison?— Pregunta trampa y Mark lo detecta.

— No.

— No me mientas, Mark.— No le contesta, dejándolo con la duda.— Claro, los Sloan se protegen las espaldas ¿no?— Se acerca a él amenazante.— Siempre ha sido así, nunca has sido mi amigo, solo he sido una marioneta para ti y para Kendall.— Mark alza las cejas, pero le deja seguir con sus idioteces.— Tu eres un imbecil que se folla a las esposas de sus amigos. Mi familia y yo te dimos comida y un techo donde refugiarte, a ti y a la puta que tienes como hermana.— Mark no espero a nada y le da un puñetazo que hace que el oji-azul gire la cara.

— Respeta a Kendall. Ella no es una puta. Tu eres un gilipollas que no sabe que siente, solo se guia por lo que tienen y no quiere perder. Tuviste a mi hermana mientras estabas con Addison, pero la balanza se equilibro y yo me tire a tu mujer.— Se miran a los ojos.— Engañaste a Addison por siete años y te enfadas porque tu mujer te engañe una vez, eres un imbécil y odio que mi hermana llegará a sentir algo por ti.— Gruñe enfadado, Derek abre la boca para hablar pero Mark lo calla.— Cállate si no quieres recibir otro.— Él lo hace, Mark suspira.— Derek, se que mi hermana no te obligó a hacer nada, tú fuiste detrás de ella, sabias que cuando era una adolescente sentía algo por ti, eras su amor platónico y te aprovechaste de eso.

— ¿Nunca pensaste en lo que sentía yo?— Le pregunta Derek, el mayor de los Sloan frunce el ceño instantáneamente.

— ¿Qué sentías, Derek?— Indaga.— ¿Orgullo por tirarte a una chica que le sacas casi doce años? ¿Amor? ¿Querías a Kendall?— Derek no responde.— ¡No me jodas, Shepherd! Tu no querías a Kendall, no la quieres, no la puedes querer. La llamaste de todo aquella noche, la utilizaste durante los dos primeros años de vuestra relación rara, esquivabas sus preguntas sobre Addison.— Lo dicho, se lo cuentan todo.

— No sabes nada.— Le señala con el dedo.

El móvil de Mark suena, el oji-azul se convierte en la niña del exorcista por un segundo y ve el nombre en la pantalla, ahora cambia de personaje y se convierte en Flash, alcanza el móvil y corre hacia el baño encerrándose, descuelga.

— ¿Te enfadarías si me acuesto con Karev?— Pregunta Kendall después de que Derek le descuelgue.

— No te acuestes con Alex Karev.— Dice serio y rabioso.

Ah, eres tu.— Dice desanimada.— Ponme con Mark.

— Dime tu habitación.— Derek escucha la carcajada de su ex-amante.— Quiero hablar contigo, dime tu habitación.

— ¿Solo hablar?— Pregunta riendo.— No estoy sola, nene.— La rabia le recorre el cuerpo a Derek.

— Dime. Tu. Habitación. Kendall.— Gruñe.

— No sabia que eras de esos a los que les gustaba mirar, pensé que preferías tocar.— Le provoca.

— Kendall...— Escucha un gemido atraves del teléfono.— Kendall.

— ¿Qué..?— Jadea.

— No te estará tocando ¿no?—  Dice cada vez más cabreado.

— No...— Gime. La respuesta del cirujano no es muy conveniente, golpea la puerta.— Ah... Dios...

— Voy ha ir.— Gueñe.

— ¡Alex!— Gime alto y él culga rábioso, sale del baño y lenaza el movil a Mark, este lo coge de milagro.

— ¡Dime su puñetera habitación!— Mark niega.— ¡Dímelo, Sloan!

— ¿A quien se está tirando? ¿Avery? Es su tipo, aunque le gustan más rudos. ¿Tyler? No, es demasiado tranquilo. ¿Hunt? No, está con Cristina. Oh, ya sé, Karev.— La mirada de su amigo se vuelve más oscura.— Es Karev.— Afirma.— ¿Quieres saber una cosa? Mi hermana te supero hace meses, no le importas, solo va a tentarte, a provocarte, a hacerte rabiar, enfadar y te va a poner tan cachondo que tu mano no dará abasto.— Da un par de pasos hacia Shepherd.— Pero eso es lo que te gusta de mi hermana, que te tiente, es tu tentación perfecta.— Sonríe cínico.— Fuera. Largo.— Le demanda empujándolo hacia la puerta.

— ¡Somos amigos!— Le recuerda Derek.

— Si se trata de Kendall, no somos amigos.— Lo empuja y lo saca de la habitación.— Suerte intentando encontrarla. Hay casi dos mil habitaciones, suerte con las mil novecientas noventa y nueve restantes.— Le cierra la puerta en la cara, se tiene que apartar para que no le aplaste la nariz.

TOXIC || derek shepherd Donde viven las historias. Descúbrelo ahora