3x05

5K 312 22
                                    

Veo como sus ojos se abren poco a poco y le sonrio.

— Buenos días...— Sonrie.

— ¿Ya no está?— Pregunta adormilado.

— No y no volverá.— Sonrie.— Llevalo a la habitación.— Le digo a la enfermera.— Iré ha hablar con tus padres.— Le digo a Newt, aunque creo que se ha vuelto a dormir.

Bajo rápidamente a la sala de espera, localizo a sus padres, y Derek está con ellos. Se me hace muy extraño verlo en pijama y silla de ruedas. Me acerco a ellos y su madre me abraza.

— Gracias, gracias, gracias, mil gracias.— Sonrio y le devuelvo el abrazo.— El doctor Shepherd ya nos lo ha contado todo.— Dice alejándose.

— Gracias, doctora Sloan.— Le estrechó la mano que me ofrece el padre.

— Newt está en su habitación, esta un poco adormilado pero en un rato se le pasará y si todo va bien, en cinco días volverán a casa y no volverá a pisar un quirófano por ese tumor.— Asienten y van a la habaitación de su hijo.— ¿Com...?

— He estado todo el tiempo en la galería.— Me siento en la silla que hay delante de él.— Lexie me subió y le pedí que no te dejiera nada. Has estado tan concentrada que no te has dado cuenta he estado arriba.

— Tenia que quitar un tumor de seis centimetros, tenía que estar concentrada.

— Has hecho lo que yo no me he atrevido durante años.— Me coge la mano.— Eres perfecta.— Abro los ojos.

— Derek, cuidado...

— ¿Qué? ¿No puedo decirte que eres perfecta?

— Te vas a prometer.— Niega.— ¿No lo vas ha hacer?

— Me están entrando dudas.— Nota mi anillo y mira mi mano.— Lo sigues teniendo...— Murmura viendolo.— Pensé que lo habias tirado cuando discutimos en Nueva York.— Niego.

— Lo encontre en una caja cuando me muedé a Miami.— Le digo.

— ¿Por qué lo llevas?— Me pregunta jugando con él.

— Me gusta.— Y aún creo que podemos volver a estar juntos.— Es bonito. Y me recuerda algo que viví.— Le digo.— ¿No te gusta que lo lleve?

— Me encanta que lo lleves, cariño.— Sonrio levemente.— ¿Me acompañas a la habitación?— Asiento. Abro los ojos cuando se levanta de la silla, por instinto lo aguanto.

— ¿Qué haces idiota?— Le digo.

— Tengo que empezar a caminar.— Niego.

— Te dispararon hace tres días, se te va ha abrir la herida.— Le advierto.— Siéntate.

— ¿Te preocupo?— Lo miro a los ojos.

— Siéntate.— Le vuelvo a decir, evitando la pregunta.

— No me has respondido.— Busco a alguien que lo convenza para que lo siente.

— ¡Lexie!— No me sale llamarla Grey, para mi Grey es su hermana, que aún no he visto. La morena me mira y Mark que está con ella también.— Ayúdame a sentarlo.— Mark me mira y alza las cejas. Oh, he interrumpido a los enamoradas.— ¿Sabes? Da igual.— Le digo y me mira extrañada, pero asiente lentamente.— Vamos antes de que te vean de pie.





















Se sienta en la cama por fin, hemos tardado cerca de media hora en subir, espero a que se tumbe pero no lo hace.

— Túmbate.— Le digo.

— Hazlo conmigo.— Alzo las cejas.— Túmbate conmigo.— Me pide.

— Me tengo que ir a casa.— Hace una mueca de tristeza.

— Vamos, Kend, quédate al menos un rato, han pasado cuatro años, tienes que contarme muchas cosas.

— ¿Qué quiere que te cuente?

— ¿Dónde has estado?— Suspiro y me siento delante de él en la cama, él se apoya en la cama, pero no se tuba.

— Primero fui a Los Angeles, estuve dos semanas, luego me fui una a San Francisco, durante esa semana el jefe de cirugía del Miami General y me ofrecio trabajo, me quede allí un año, luego mi padre me hizo una visita y me fui a Washigton D.C  durante seis meses trabaje en un hospital de allí. Luego el Presbiterian me llamo y me dijo que mi madre había ingresado por intoxicación y que estaba en coma,— suspiro— llamé a Mark y la desconectamos.— Me coge la mano.— No valía la pena esperar haber que pasaba iba de mal en peor y los escáneres no daban buenas noticias, así que está muerta.

— Mark no me dijo nada...

— Le pedí que no lo hiciera.— Le digo.— Luego de eso me quedé un tiempo con tu madre, unas semanas y me fui a Minasota, a la Mayo, estuve un año y luego un hospital infantil de Barcelona me llamo y me ofrecieron trabajo, lo acepte y me fui para allá. Luego volví y me tomé unas vacaciones en Las Vegas.— Finalizo.

— ¿Con cuantos te has acostado?— Ruedo los ojos.

— No lo recuerdo.

— Sabes que no me puedes mentir.— Sonrío.— Tienes una especie de memoria sexual increíble, te acuerdas de todos.— Me encojo de hombros.— Vamos... Prometo que no me enfadaré.

— Unos ciento doce.

— ¿Ciento doce?

— Son cuatro años.— Justifico.— ¿Has estado estos años con Grey?

— Tres y once meses.— Asiento y evito mirarle.— ¿No quieres saber anda más? Sé que te intriga.— Busca mi mirada.— Vamos, pequeña, sueltalo.

— ¿Qué tiene para que quieras volver a casarte?— Abre la boca para contestar pero la cierra enseguida, frunce el ceño y vuelve a abirla, pero otra vez la cierra.

— No lo sé.

— ¿Que tiene, Derek?— Insisto.

— No lo sé.— Repite.

¡Oh! ¡Vamos! ¿Le quieres pedir matrimonio, pero no sabes por qué?

— Te he dicho que tengo dudas.— Me recuerda.— No estoy seguro. Ella... Meredith... Me quiere.

— ¿Y tu a ella?

— Supongo.

— ¿Supones?

— Supongo.— Suspiro pesadamente.

— No es tan complicado saber si quieres a alguien o no.

— No lo era.— Lo miro extrañada.— Pero has vuelto y...— Me mira a los ojos.— Me has complicado la vida.— Lo miro divertida.

— ¿Te complico la vida?— Le pregunto sonriendo diveritda.

— Mucho.— Contesta sonriendo.

— Perfecto. Porque tu complicas la mia.— Ríe negando.

— ¿Entonces por qué estas aquí? Podrías haberte quedado en Las Vegas.— Me encojo de hombros.

— Supongo que soy adicta a lo complicado.

— ¿No serás adicta a mi?— Pregunta alzando las cejas.

— ¿O tu a mi? Ahora podría estar bebiéndome un deliciosa Chardonnay  pero tu me has pedido que me quedará con la intención de saber todo lo que me ha pasado durante estos años.— Lo miro a los ojos.— ¿Qué quieres de mi, Derek?— Pregunta en un tono más bajo. Sus ojos bajan a mis labios y luego vuelven a ver los mios.

— Quiero una oportunidad.— Contesta sonrio.

TOXIC || derek shepherd Donde viven las historias. Descúbrelo ahora