los mortales interviniendo en nuestras parejas favoritas favoritas, sin niebla.
-percabeth
-jasper
-frazel
-caleo
-solangelo
etc
Y también otros personajes como los dioses, cazadoras etc.
Estaba en el autobús que nos llevaría a un retiro por el final de la universidad.
Era a una cabaña a las afueras de la ciudad, Lina Kent, estaba hablando con mi hermano William Solace en los asientos traseros.
Juliet Taylor tenia los audífonos puestos viendo por la ventana.
Daniela Lautner, estaba hablando con Iván Woods de cosas triviales.
Cuando llegamos pude ver una hermosa cabaña naranja.
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—ok chicos las habitaciones son de a dos y todo eso— dijo el "supervisor" sin interés para después irse a dentro.
En unos minutos ya estaba en mi cuarto organizando mi ropa mientras escuchaba musica cuntrí.
Se veía que me tocaba con Juliet por los audífonos que estaban en la otra cama.
Cuando al fin acaba de organizar mi ropa Daniela entro al cuarto llamando mi atención.
—ok Naomi las chicas iremos a ver los alrededores ¿Quieres venir?— dijo la morena.
—claro porque no— dije para luego ponerme en marcha junto con la afro americana.
-unas horas después-
La rubia veía sus alrededores buscando al grupo de chicas con las que estaba, pero no logro encontrar ni un solo indicio de su presencia.
—mierda— susurró la chica notando que ya salia el sol (vinieron por la noche).
Cansada empezó a caminar sintiendo que la espiaban.
—¿chicas son ustedes?— dije viendo a todas partes.
—no, pero por ti seria asta el sol beby— dijo un rubio saliendo de la nada.
La Solace se alteró por la inesperada persona, pero duro poco pasando a ser una molestía.
—genial, un imbécil acosador— dije para luego darle la espalda.
—oohh~ vamos quiero ayudar a alguien tan hermosa como tu— dijo poniéndose adelante de la joven adulta.
Paso un rato ignorando al chico guapo, espera, ¿Guapo?, Que estas pensando Naomi Solace, si apenas lo conoces y viendo como lo conociste es un puto acosador.
—oohh tranquila la mayoría de las mujeres creen que soy guapo— dijo con una sonrisa ladina.
Se sorprendió un poco y iba a responder como sabia que estaba pensando pero un ruido proveniente de su pansa le interrupío.
—¿Tienes hambre?— pregunto el rubio a su lado.
—¿Tu que crees idiota?— pregunto con sarcasmo.
El rubio suspiro y saco de no se donde unos sándwiches para dárselos a la chica.
—¿Como... Sabes da igual— dije para luego tomar el tapér donde estaban.
