La mascarada

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Hermione sabía que era egoísta de su parte tomar tanto tiempo preparándose para la mascarada esa noche, pero no pudo evitarlo.  Quería que todo fuera absolutamente perfecto esta noche, porque sabía lo especial que sería más adelante.  No pudo evitar recordar el sabor de los labios de Tom, la sensación de sus manos acariciándola, y quería más.  Su cuerpo rebelde vibraba de deseo, lo que hacía que fuera mucho más difícil maquillarse y poner lo que quería en su pequeño bolso.

Se alegró de que Tom no regresara a su habitación mientras ella se preparaba.  Quería sorprenderlo.  También tuvo mucha suerte, ya que no salió de su propia habitación hasta casi las siete.  Se apresuró a cruzar los pasillos hasta el salón de baile y entró en el país de las maravillas invernal que había creado con una sonrisa de satisfacción.  Todo era perfecto.

Tom no estaba allí, no es que ella hubiera esperado que estuviera.  Aunque cómo sabía eso con certeza era un misterio, ya que todos a su alrededor estaban disfrazados.  Draco no tardó en aparecer a su lado, vestido como el propio Salazar Slytherin.  Hermione negó con la cabeza y puso los ojos en blanco cuando se acercó.

"¿Vienes a pedir una follada de nuevo, Draco?"  preguntó cuando llegó a su lado.

"Por supuesto que no", le dijo.  "Pero sería una negligencia por mi parte no al menos dejarte saber que te ves hermosa esta noche."

"¿Por qué estás siendo tan amable?"  preguntó con sospecha.

"¿No puede un tipo ser amable sin un motivo oculto?"  preguntó.  "Pero noté, sin embargo, que parece que has venido aquí solo. ¿No tienes cita esta noche?"

"Se supone que llegará más tarde", explicó Hermione.  "Si me disculpas, me gustaría probar un poco del buffet".

"Por supuesto," dijo Draco, inclinándose graciosamente mientras ella se alejaba.

"Eso fue raro," murmuró Hermione.  Consiguió algo de comida y se sentó a comerla en la mesa de Gryffindor.  Mientras masticaba distraídamente, uno de los niños de cuarto año vino a sentarse a su lado.

"¿Completamente sola en una noche como esta, Granger?"  preguntó.  "Pensé que tendrías hombres peleando por ser tu cita."

"Gracias, Hobbs, pero no, ese no es el caso", dijo con una sonrisa.  "Sólo uno, y debo decir que llega abominablemente tarde".

"Algunos de nosotros nos preguntamos si ibas a aparecer del brazo de Malfoy", dijo Hobbs riendo.

"No le daría la satisfacción", comentó Hermione.

"Como parece que has terminado de comer, me preguntaba si te gustaría bailar."

Hermione se rió entre dientes.  "¿Una princesa bailando con un hobgoblin? Eso debería ser un espectáculo".

El hobgoblin en cuestión extendió su brazo para que ella pudiera tomarlo y la ayudó a levantarse.  Ambos salieron entre los bailarines y se unieron a ellos en sus extraños giros.  Ella se rió alegremente cuando la canción se aceleró y el cantante principal les dijo a todos que ahora deberían actuar como si fueran hipogrifos.

"¡Esto es Loco!"  le dijo a Hobbs mientras ambos agitaban los brazos como si fueran alas.  No podían dejar de reír.  De repente, la habitación se quedó en silencio y Hermione se volvió hacia la banda para ver qué había causado que dejaran de tocar.

Un apuesto joven vestido todo de negro, y con una máscara negra para ocultar su rostro, estaba hablando con el cantante principal, quien asintió con la cabeza.  La banda tocó un vals, y el hombre, que era un misterio para todos los demás menos para Hermione, se dirigió lentamente hacia ella.

En el espejo (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora