En el espejo (TRADUCCIÓN)

Capítulo 30

Hermione pensó que era extraño encontrar los pasillos del Ministerio completamente vacíos a esta hora del día, justo antes del almuerzo. De hecho, ella estaba allí con un almuerzo sorpresa para Tom, y se dirigió desde la red flu hacia su oficina con una sonrisa en su rostro. Hasta que el inquietante silencio comenzó a afectarla en el camino.

Comenzó a mirar a su alrededor, por encima del hombro, hacia atrás, estirando el cuello para ver si podía ver a alguien. Ni siquiera un eco de sonido llegó a sus oídos. Ninguna persona entró en el pasillo. Fue completamente espeluznante.

"¿Hola?" ella gritó. "¿Dónde está todo el mundo?"

Tom asomó la cabeza por la puerta de la oficina que compartía con Lucius y Harry. "Hermione, ¿qué diablos estás haciendo aquí? ¡Entra, rápido!"

Una mano salió serpenteando para agarrarla por la muñeca y tirar de ella hacia adentro.

"Tom, ¿qué está pasando?" preguntó mientras sostenía su vientre hinchado con una mano.

"Mione, ¿por qué estás aquí?" quería saber.

"El bebé me pateó, y pensé que te traería el almuerzo y te lo diría", dijo con un ceño confuso. "Mira, lo está haciendo de nuevo".

La mano de Tom se deslizó sobre su vientre para sentir las suaves patadas de su hijo incluso mientras su otro brazo la envolvía protectoramente. "¿Cómo entraste aquí?" quería saber.

"A través de la red flu, como de costumbre", le dijo.

"¿El flú especial, el que estaba destinado solo a los funcionarios del Ministerio?" comentaron con ironía. "Olvidamos cerrar el flú especial. Seamus, rápido, ve a cerrar el flú. Phineas, Alfonso, ve a vigilarlo".

"Sí, señor, señor Riddle, señor", intervinieron al unísono y rápidamente salieron por la puerta.

"Cariño, elegiste un día bastante malo para intentar sorprenderme", le dijo a Hermione, quien había estado mirando alrededor de la habitación llena de gente con una especie de pánico asombrado. "Estamos a punto de tener compañía. Ahora, no te lo tomes a mal, pero no quiero que estés cerca de la batalla. No quiero que tú o el bebé salgan lastimados, y esta gente habla en serio., Me temo que."

"¿Qué quieres decir con batalla?" preguntó Hermione con una voz más alta de lo habitual. "¿Qué batalla?"

"Contra los Goyle, amor", detallado. "Están a punto de montar un ataque. Ahora, dónde esconderte para que podamos mantenerte a salvo", agregó pensativo. "Kingsley, ¿crees que tu oficina será suficientemente segura para Hermione?"

"Lo será, siempre y cuando no entren dentro", dijo Kingsley. "Pero Tom, la única forma en que ella va a llegar es a pie. Ya está sellado. Y no podemos prescindir de nadie para que la lleve allí. Quizás sea mejor sellarla en ella de alguna manera".

"No hay ningún lugar aquí excepto el armario", protestó Tom. "¿Quieres que ponga a mi esposa embarazada en un armario, de todos los lugares?"

"Todos, ¿escuchan eso?" Comentó Lucius. "Todo el mundo en silencio, necesito escuchar".

"¿Qué pasa, Lucius?" Preguntó Harry mientras todos los demás se callaban de inmediato. Lucius escuchó por unos momentos, luego dijo: "No creo que nuestros amigos hayan llegado a la red flu. Escuché disparos de varita".

"¿No crees que sabían que la red flu estaba abierta?" Tom preguntó preocupado. "Espera, eso es todo. Podría haber jurado que sellamos ese flú, Kingsley. Uno de nosotros debió haberlo abierto antes de que entrara Hermione. Pero, ¿quién falta que lo sepa?"