Doble problema

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Tom no volvió a su propio tiempo durante más de un día, pero finalmente tuvo que hacerlo.  Después de todo, todavía tenía cosas que hacer en el pasado antes de poder permanecer en el futuro para siempre.  Y en este momento, estaba ocupado reuniendo los elementos necesarios para cuidar uno de los más importantes.  Si no creaba un doble de sí mismo que se quedaría en el pasado, todo el plan se arruinaría.

Se llevó todas las cosas que necesitaba para lanzar el hechizo de imagen especular con él a la Cámara de los Secretos.  Había pasado más de un año desde que comenzó a tratar el lugar como su propio escondite personal.  Le hacía sentirse más como un villano malvado sabiendo que tenía una guarida, pero como su objetivo principal era el orden más que ser necesariamente malvado, no encajaba del todo.  Uno no podría llamarse a sí mismo un "villano ordenado", ¿verdad?  No, la villanía exigía el caos, al parecer.

En medio de la enorme sala de estatuas de serpientes, Tom puso en el suelo un espejo del tamaño de un hombre con el lado reflejado hacia arriba.  Alrededor de esto colocó dieciséis velas de pilar incluso espaciadas, pero las dejó apagadas por el momento.  Sobre el cristal mismo colocó una muda de ropa, una de sus túnicas, una capa, calcetines, zapatos y ropa interior para que la copia se la pusiera cuando estuviera lista.  Luego se sacó algunos mechones de cabello y los puso encima de todo.

Tom dio un paso atrás y encendió todas las velas al mismo tiempo con magia.  Cuando todos estaban ardiendo agradablemente y el área se llenó con su brillo dorado, pronunció las palabras del encantamiento de memoria:

"Imitare me iam duo, te imitentur, nunc vero", dijo, y el espejo comenzó a brillar mientras pasaba su varita sobre él tres veces.  "Se hace."

Tom no se demoró demasiado en admirar su obra.  Le había prometido a Hermione que no se iría más de un par de horas cuando salió de su cama esa mañana.  Aunque solo habían pasado tres horas, parecía una eternidad desde que la había tenido en sus brazos.  "Git", se dijo a sí mismo.  "Te has enamorado de ella".

Cogió el libro de hechizos y lo blandió en su mano, recordando lo que había dicho sobre el hechizo que acababa de lanzar.  Pasaría aproximadamente una semana antes de que su copia estuviera lista, y hasta entonces este Tom permanecería en la Cámara de los Secretos, y estaría planeando su estrategia de salida.  No le dolía en lo más mínimo que estuviera enviando esta copia de sí mismo a su muerte, especialmente considerando que tendría setenta años cuando ocurrió.

Sin embargo, una cosa en la que había pensado era que este clon nunca aceptaría dócilmente que él era un cordero que eventualmente sería llevado al matadero.  Una vez que estuviera completamente formado, Tom tenía la intención de borrar todos los recuerdos de los hechizos del espejo y la chica que no llegaría a tener.  Porque si el idiota tenía algún recuerdo de Hermione, haría todo lo que estuviera en su poder para tenerla como suya.  Si lo dejaran aquí sabiendo lo que se estaba perdiendo, podría apostar el mundo a que no se sentaría y dejaría que sucediera.

Cuando Tom salió de la Cámara, le puso un hechizo de protección adicional, aunque sabía que el lugar nunca sería encontrado.  Uno nunca puede ser demasiado cuidadoso.  Con una sonrisa de felicidad en su hermoso rostro, silbó sin melodía mientras salía del baño de chicas y se dirigía a los pasillos vacíos de una escuela durante las vacaciones de invierno.

Ya se había dado cuenta de que tendría que volver a poner el libro en la sección restringida, pero no quería hacerlo todavía.  Después de todo, tenía toda una semana y Hermione lo estaba esperando.  Así que pasó por delante de la biblioteca y continuó su camino hacia su dormitorio.  No se dio cuenta de que Albus Dumbledore lo miraba desde un punto de vista justo delante de él en el pasillo hasta que estuvo justo encima de él.

En el espejo (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora