#O18.

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JiMin rió por lo bajo, el vino que había tomado ya había hecho un poco de efecto en él, mucho más que en YoonGi quien había bebido menos por el hecho de estar manejando

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JiMin rió por lo bajo, el vino que había tomado ya había hecho un poco de efecto en él, mucho más que en YoonGi quien había bebido menos por el hecho de estar manejando.

19:42

Estuvieron un rato dentro del restaurante después de acabar la comida, hablando y dándose el tiempo de conocer más detalles sobre la vida del otro... Con claras restricciones. YoonGi notó especialmente lo liberal que se volvía JiMin cuando el alcohol topaba su sangre y no podía decir que le disgustaba, le ayudaba a poder hacerlo él también.

Habían subido al auto hace unos minutos, y JiMin no pudo retenerse cuando vio la camisa del mayor desabotonada en la parte superior, que se acercó a él dando pequeños besitos con el dulce sabor de su brillo labial en éste. 

—JiMin— lo oyó decir, ronco y con su piel algo tensa que hizo temblar su espalda y sus mejillas se sonrosaron, sin detener los besos que brindaba en su clavícula. Incluso su manera de hablar lo hacía delirar, tenía todo el poder sobre él para hacerlo sentir vulnerable y sensible, pero sin duda dispuesto...

Gatito murmuró mirándole, sus ojos estaban brillantes al igual que sus labios. Sintió una corriente cuando YoonGi le devolvió la mirada, tomando sus mejillas entre sus manos.

—¿Te había dicho lo tierno que eres cuando estás ebrio? Quizás ni lo recuerdes—le sonrió, con su tono bajo. Estiró sus labios tiernamente.

Soy tierno siempre le guiñó el ojo, para luego besarle en los labios, hundiéndose en ellos tanto como pudiera en su posición de copiloto.

Esta vez era el ritmo de YoonGi, algo más lento pero sin dudas no dejaba de ser agradable y excitante a la vez. Sus dedos haciendo círculos sobre sus mejillas mientras JiMin se sostenía de sus hombros para evitar que se alejara repentinamente. Se sentía como un sueño entre todo aquello que rodeaba su vida real

Llegaron a la casa de JiMin y TaeHyung, con el rubio sin querer alejarse de éste, provocando más que risas en él. El menor no tuvo reparos en subirse a su regazo cuando detuvo el auto.

—Disfrute mucho esta tarde contigo, gatito— dijo, tocando los botones de la camisa ajena. YoonGi puso su manos sobre los muslos de el menor, acariciándolos lentamente.

—¿Qué tienes con decirme gatito?— aún con su tono confundido, soltó una risa. JiMin era algo excéntrico pero su manera de comportarse era tan adorable con él que no le podía negar algo.

—¿No quieres ser mi gatito?— puchereó, dejando besos sobre su mandíbula. —Eres tan lindo como uno.

Prontamente como lo dijo, unió su boca a la del mayor. Esta vez fue una, otra, y otra vez, eran besos largos que solo se separaban para tomar un poco de aire, y volver a unirse. ¿Qué podían decir? Cuando estaban juntos, incluso olvidaban lo que ocurría en sus entornos. Mágicamente, eran ambos, en una historia que solo los tenía a ellos como personajes.

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