DDD | YM.

#OO1

[ DDD= Onomatopeya, expresión para referirse a "temblar" o "tartamudear" en coreano. ]

( 쉿 )

¿En qué momento se dio cuenta de que algo en su relación va mal?

Que todo era una simple monotonía que lo mantenía preso, soso, sin vida. 

Aquello se preguntaba una y otra vez YoonGi. Esa rutina sin descanso a la que se veía enfrentada su vida provocaba en su vida amorosa un declive que jamás imaginó vivir. Aquellos días de cariño, amor mutuo que se dedicaba con su novia, HyeSook, habían terminado cuando éste fue ascendido en su trabajo, lo cual significó un aumento de tareas a completar, pocas horas en casa y por lo tanto pocas horas para estar con ella y reavivar su amor que parecía irse por la borda cada día que pasaba.

Sabía que ella no parecía contenta con esto, pero no había hablado sobre eso. Él veía una actitud distante de parte de ella los pocos momentos del día en que estaban juntos, que realmente constaban de el momento en el que YoonGi llegaba del trabajo, la cena y luego a dormir, para que a la mañana siguiente se levantara y se fuera antes de que ella siquiera despertara, a revivir la misma rutina.

Aquellos besos de saludo que se brindaban apenas el mayor llegaba de su trabajo se veían secos y sin ganas, algo efímero. Ella se mantenía indiferente en todo momento, como si tuviera la mente en otro lado, y qué podía decir... Él también se sentía como si ese lugar ya no fuera su hogar.

Aunque él no dijera nada al respecto, también sentía la necesidad imperiosa de tener un momento para ella, complacerla de la misma forma en que antes hacía cuando eran más jóvenes, pero eso parecía mucho pedir por el momento, pues el tiempo era lo que más faltaba y ella parecía no interesarse en lo absoluto en él, mientras pudiera vivir una vida con el lujo del dinero caer sobre sus manos.

Todo se había vuelto frío.

Miraba por la ventana mientras pensaba en todo aquello que lo afligía desde hace ya un tiempo, recién había llegado a su trabajo y estaba sentado en el escritorio en su oficina privada que se le había asignado al ser ascendido. Mantenía sus codos sobre los lados de su silla giratoria a la vez que sus largos dedos estaban entrelazados, pensativo, ajeno a todo lo que lo rodeaba en ese momento. Al menos eso era hasta que su compañero, HoSeok, entró sin tocar al despacho y su ruidosa voz llenó sus oídos.

—¡Problemas, Yoon!— exclama en voz alta, queriendo llamar la atención del pelinegro que gruñó al oírlo. —... Oh, lo siento. "Señor Min", malas noticias— dice, con ese típico toque burlón que hacia enrabiar al mayor.

—¿Qué quieres ahora?— le mira, apresurándole a hablar mientras volvía a dirigir su vista hacia la ventana.

—Tu secretaria ha dejado el trabajo.— prosigue con su noticia, sentándose justo en frente del mayor. Solo en ese momento, YoonGi le mira con confusión en su rostro.

YoonGi alzó una ceja en duda ante lo que le decían. ¿Por qué habría de renunciar de un día para otro? Trabajaba a la perfección y no expresó ninguna inconformidad ante nada anteriormente. ¿Qué acaso todos se habían empeñado en alejarse de él? 

Quizás era su actitud de mierda.

—La mía también renunció, ¿raro, no?— siguió hablando, sacándole de su pequeño estado de palabras poco elogiadoras hacia sí mismo en su mente, luego de unos segundos. —Ya estaba en proceso de llevármela a la cama. Que mala suerte la mía— suelta una carcajada, recibiendo una mala mirada por parte del pelinegro quien solo podía juzgarlo.