#O13

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Al abrir los ojos, YoonGi no esperó que su cuerpo estuviera rodeado por un par de brazos, a la par que los suyos que mantenían el cuerpo ajeno contra su pecho.

No estaba plenamente consciente, pero la sensación era tan satisfactoria. Hace tiempo no sentía ese calor fraternal en esas mañanas heladas, con alguien que buscara lo mismo de ti. Era una sensación olvidada en su mente.

La cabeza del contrario se movió, escondiendo su cabeza en su pecho. YoonGi rió, JiMin era adorable en ese momento, como un pequeño gatito buscando afecto. Miró el reloj encima de la blanca pared de la habitación. Eran... las 12 del mediodía, más tarde que las veces pasadas y su cabeza dolía bastante.

Apenas se movió un poco, sintió como el más pequeño hacía ruidos de insatisfacción.

-Ya es muy tarde, JiMin- rió, acariciando sus cabellos con suavidad.

-Quiero seguir durmiendo, es día libre, y tengo sueño...- habló ronco, pero con su característico tono agudo. YoonGi se acomodó un poco más para dejar su mentón sobre la cabeza del menor.

-¿No quisieras desayunar?- habló en un tono pacífico y que hacía a JiMin sentirse... bien. Como si estuviera en casa, como si fueran una pareja de verdad.

-Yo... sí, quizás es hora...- se estiró.

-Muy bien, despertaré a los chicos- habló algo asqueado, JiMin rió. Su mejor amigo era un completo desinhibido cuando quería, realmente querría tener su valor para lanzarse sin miedo al rechazo...

Cuando YoonGi salió de la habitación, JiMin pudo sonreír al pensar en que compartió una noche con su jefe, solo siquiera ser algo más que realmente dormir sin intenciones detrás. Era algo irónico, pero que preferiría actualmente, pues la cercanía con el pelinegro... Lo hacía sentir algo cálido, pero solo creía que era por el contacto físico sin sexo de por medio.

Se levantó para fijar su vista en el espacio tan grande que había en esa habitación.

Tanta que le sorprendía que YoonGi durmiera solo ahí.

(...)

-A levantarse, señoritas- abrió la puerta de la habitación de invitados, para ver a su mejor amigo y a TaeHyung recostados con el torso descubierto.

Los dos se despertaron de inmediato, en medio de gruñidos y quejidos por la resaca, y el dolor.

-Demonios, YoonGi, son solo las 12, mínimo déjanos hasta las 1 o 2 dormir tranquilos...- habló HoSeok con la voz ronca mientras buscaba sus prendas en el piso.

-Da igual- miró con desagrado a su amigo, lanzándole la camisa que se encontraba en el piso. -Y tu limpiarás esas sábanas, maldita rata.

-Tranquilo, YoonGi, las lavaré junto a las tuyas- rió HoSeok, estirando su cuerpo. YoonGi lo fulminó con la mirada, y TaeHyung rió a su vez. Ambos estaban al tanto.

-Deja de bromear, y apúrense. Tengo que ordenar el desastre de ayer y no quiero tenerlos rondando- salió antes de que los menores preguntaran algo, y volvió a la sala de estar.

Los muebles estaban corridos en su mayoría y estaban las botellas de licor sobre la mesa, al igual que los vasos y todo aquello que daba a conocer qué había ocurrido la noche anterior en casa. Sin dudar, YoonGi tuvo una razón más para sonreír.

JiMin apareció, y prontamente se acercó al mayor para abrazarle de la espalda.

-Lo sieeento, no quería invadir tu casa pero TaeHyung me convenció- aplastó sus mejillas contra su espalda, YoonGi sintió sus mejillas enrojecer suavemente.

DDD | YM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora