DDD | YM.

#O3O.

Al final la disculpa no es más que para el que de verdad se arrepiente.

Ya lo tenía bastante aprendido.

(...)

Las luces de colores inundaron su mirada y lo trajeron de vuelta a la ensoñación eterna, pero aquello solamente le trajo amargas sensaciones de despecho.

Estaba fuera de sí, sintiendo los roces como si fuera a vomitar en ese instante y alejando de sí a cada sujeto que quería acercarse con una actitud defensiva.

Los sollozos en la calle de salida estaban totalmente cubiertos por la fuerte música que sonaba en aquél antro. JiMin sostenía su cabeza sobre sus rodillas, sentado en el piso e intentando calmarse para no arruinar su maquillaje, y más importante, para no arruinar la noche para TaeHyung y para él, aunque no creía que tuviera oportunidad.

Estaba notablemente borracho y aunque eso generalmente impedía el paso de sus pensamientos en su cabeza, en ese instante no quería hacerle ver más que solo el hecho de que estaba pasando por una ruptura de emociones y relaciones.

TaeHyung volvió hacia él, encontrándose a las afueras del sitio y acercándose a él. A su sombra veía la imagen de otra persona que no reconoció.

ㅡ¿JiMin?

Fue lo último que escuchó antes de sentir que iba a perder la conciencia.

Al despertar, sufrió un déjà vu. Sus ojos pesaban y no sentía haber descansado ni un poco. Vio a TaeHyung recostado a su lado en una posición poco favorecedora, pero lo suficientemente cerca para notar que él tampoco había descansado bien.

Prefirió no despertarle, levantándose con pesar y cubriéndolo con mantas para que no pasara frío. Tuvo que recuperarse unos segundos antes de levantarse y darse cuenta de que eran casi las 7 de la mañana, apenas amanecía con una luz tenue y su nariz roja indicaba el frío que si el frío dentro de casa era mucho, afuera lo sería más.

Aquello no lo detuvo, se colocó una parka, una bufanda y un beanie, listo para salir a la tienda 24 horas más cercana a comprar algo para llenar el vacío en su estómago. Cuando llegó decidió llevar algo para quitar el maldito sabor alcohólico en su boca, poniendo pan, leche y el maldito chocolate más caro que encontró en su bolsa.

ㅡPuedo deducir...ㅡ dijo la dependienta del local, pasando sus compras por la caja. JiMin levantó la mirada, era una señora de unos 30 años o más. ㅡ... una mala noche o un mal de amor en esta compra.

ㅡUn poco de ambos, diría...ㅡ respondió en un suspiro, con su voz rasposa.

ㅡEs claro que esos malos dolores no discriminan a los jóvenes por más apuestos que seanㅡ bromeó, haciendo que JiMin apretara su boca en señal de estar apenado. Sin embargo, rió.

ㅡGracias...

ㅡAquí tienes, rubioㅡ pasó sus objetos y JiMin pudo guardarlos nuevamente. ㅡYa habrán otros amores nuevos, campeón.

JiMin salió mirando su compra y mirando al cielo. Las calles estaban desérticas. Apretó sus compras en su pecho.

Al llegar, notó que TaeHyung se encontraba en el baño por el sonido de la bañera. JiMin se sentó en el sofá, encendiendo la calefacción, sacando las barras de chocolate y comiendo en el proceso. Se sentía robótica toda esa acción... lenta, pausada.

ㅡDeduje que habías salido a comprarㅡ vio a Taehyung salir con el cabello mojado y su ropa levemente húmeda por las gotas que caían. ㅡ¿Trajiste para mi?

Rió y le pasó la bolsa con la compra.

ㅡPan y leche... pan y leche, chocolate...ㅡ TaeHyung revisó, sacando la leche y poniéndola a calentar. ㅡ¿Cómo te sientes?