#O2O.

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Paso, paso, paso. Retumbaba en sus oídos mientras se acercaba a la puerta de éste. Tocó de ésta, con sus labios temblando.

1, 2, 3...

Pasaron los minutos, antes de que volviera a tocar impaciente, con el corazón nuevamente acelerado y su ceño fruncido.

Cuando la imagen del rubio con la cabellera revuelta, una pequeña bata solamente recubriendo su cuerpo y el maquillaje algo corrido, sintió que sus ojos se dilataban.

—Y-YoonGi...

JiMin ya va unos pasos adelante tuyo.

Pero JiMin no es el único que sabe cómo mover sus cartas para tomar el control.

Pero JiMin no es el único que sabe cómo mover sus cartas para tomar el control

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Ahora:

"—JiMin, sé que estás molesto con YoonGi por lo que te dijo, pero... ¿es necesario que tengas que llamarlo solo por esto...? TaeHyung replicó, tomando su hombro suavemente ante su algo apresurado amigo.

Tae... apretó el teléfono con la mano. Me siento mal, ya no quiero que sea así nuevamente. Ni siquiera sé por qué un par de palabras indiferentes de su parte pueden provocar que me sienta tan así, débil... No quiero que le sea tan fácil dañarme. TaeHyung, no quiero que nadie más me haga sentir así"

Fue lo último que TaeHyung supo de JiMin antes de que éste fuera directamente a casa a mitad del día.

Un pequeño encontrón con alguien sería suficiente para calmar sus ansias de desahogar su repentina molestia en algo, y creía que Jae sería de bastante ayuda para ese momento.

Y cuando menos se lo esperó, quedó bajo las sábanas, de espaldas al cuerpo del hombre que estaba con los ojos cerrados descansando después de todo lo que habían hecho durante un par de horas dentro de su habitación.

Un pinchazo de culpa topaba su mente entera, pero no podía permitirse pensar en eso, ni mucho menos desvanecerse por lo que su jefe hablaría.

Incluso si eso venía con un dolor en su pecho por volver a esa vida de despecho.

Sintió como el chico tomaba su cintura en sus brazos, atrayéndolo a sí y besando sus hombros.
—No puedo creer que hayas perdido una tarde de trabajo solo por querer verme— susurró en su oído. JiMin jadeó en repentino sentimiento de incomodidad. —De seguro YoonGi estará como loco, pero no me arrepiento.

Se acurrucó entre las mantas. Su piel desnuda, las marcas de besos y manos que sentía sobre su cuerpo, y la repentina indeseada sensación que le empezaba a crecer siempre que tenía sexo con alguien de estar sucio. Pero eso era su vida, no iba a cambiarlo por sentimientos estúpidos.

Eres delicioso, una jodida obra de arte— Frunció el ceño ante las palabras que empezaba a susurrar. —Estaba seguro de que te movías tan bien como bailas, pero me sorprendes. Eres una total perra en la cama.

DDD | YM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora