#O11.

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Cuando menos se lo esperó, YoonGi llegó a casa y botó todo lo que llevaba encima.

Subió las escaleras y solo llegó a la habitación para recostarse, pensar, pensar y nada más que eso. No sabía hasta qué punto había llegado en tan poco tiempo y la verdad es que se asustaba a sí mismo.

HyeSook entró a la casa, y cuando lo vio, solamente se acercó y se sentó sobre la cama. "No peleemos más, no nos hace bien" dijo con despreocupación, ya ni siquiera lo recordaba bien, solo recuerda el corto momento donde ella le besó en los labios y luego se recostó a su lado, donde durmieron.

Sentía su mente borrosa, y no podía procesar ninguna de sus acciones, menos cuando aceptó las disculpas de su novia sin dudarlo pues no soportaba la angustia en ese momento, no estaba actualmente estable para ese tipo de peleas.

(...)

—¿Qué hizo qué...?— habló TaeHyung, adormecido y con ojeras en sus ojos.

—Me... me dio un beso.

—¿¡Qué!?— de inmediato su voz se hizo más ruidosa, y encendió la lámpara al lado de su cama. —¿¡Se besaron!? No... ¿qué demonios? ¡Pensé que nunca lo harías!

TaeHyung aplaudió, pero JiMin estaba algo perdido ya para ese momento.

—¡No lo sé, maldita sea!— dijo en respuesta pocos segundos después —¡Y no fui yo, enserio!

—¿Qué...? ¿Él... fue quien te besó? — el contrario asintió —¡... Pero eso es mejor aún, ¿o no?!

—Fue algo confuso... Él vino mientras tu estabas afuera, estaba triste, parecía algo perdido. Le consolé porque parecía estar teniendo un ataque de pánico y tu sabes que para esas cosas me preocupo demasiado. Lo... lo estaba consolando, y sentía que se estaba calmando luego de unos minutos, pero después se quedó mirándome, y... solo lo hizo, no creo que haya estado en sus cavales y no quiero pensar más de lo que es porque él estaba ansioso...

TaeHyung se sintió perdido ante el relato de su mejor amigo, y se sentó a su lado para rodearlo con su brazo, y hacer que recostara su cabeza en su pecho.

—Eres muy tonto, JiMin— habló, y éste le miró mal —Creo que YoonGi pudo haber caído en tus encantos más rápido de lo que tu crees que lo has hecho.

—¿Realmente lo crees...?

—Claro que sí, especialmente si lo ayudas cuando se siente mal. Es la mejor manera que puedes tener de involuctrarte con alguien, cuando está inofensiva— sus palabras sonaban algo dolorosas en la cabeza de JiMin. Sonaba a un déja —A menos de que tu sientas algo más, y temas que él pueda caer más bajo, puedes tomártelo con calma.

—¿De qué estás hablando? Yo no siento nada, sinceramente...

Ya para ese punto JiMin sonaba aturdido, y TaeHyung levantó una ceja.

—Lo conoces hace poco y él ya está abriendo su corazón hacia ti, cuando parecía tener un cascarón duro que no permitía que nadie rompiera, ¿y si él empieza a sentir algo por ti?

El rubio negó.

(...)

Nadie en ese edificio quiso siquiera dirigirle la palabra al pelinegro, quien llevaba un semblante serio, oscuro, casi como si estuviera a punto de golpear al primero que se topara y estorbara en su camino. No se veía enojado, solo... serio, absorto, más exigente de lo normal.

JiMin hacía sus deberes cuando el pelinegro entró a la oficina sin siquiera saludarlo, y tragó saliva.

No, no era por el profundo respeto que los demás le tenían —o es igual, el miedo que tenían de recibir un regaño—, era solo el... momento tan tenso que vivían desde la última vez que se vieron.

DDD | YM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora