avril
Nos acostamos en la cama cuando se hicieron las 5 AM, obviamente no iría a la escuela, no tenía ni las más mínima ganas. Él se había acostado del lado la cabecera, mientras yo del lado de los pies. Iba a dormir cuando siento una sensación extraña en uno de mis pies, lo corro al instante, tal vez era un bicho.
— Eran mimitos, wacha — reclama Tomás causando mi risa.
— Pensé que era un bicho — explico — Tan errada no estuve igual — bromeo y lo escucho chaquear su lengua.
— Andá, gila — vuelvo a reír.
— Mentira — aclaro — Pero me dan cosa los mimos ahí — comento.
— ¿Y dónde te gustan? — interroga con una voz bastante provocativa.
— En el brazo, o en la panza — hablo hundiéndome de hombros.
Lo escucho moverse en la cama y me asusto al notarlo a mi lado, más allá de estar todo escucho lo noté. Sin decir nada cruza una de sus manos sobre mi cintura, así comienza a acariciar mi brazo derecho, instantáneamente siento una electricidad recorrer mi espalda, además de sentir mi piel erizarse. Esa sensación ocurrió nuevamente cuando su mano comenzó a dejar esos mimos en mi abdomen, mientras escondía su cara en mi cuello.
Dejando cierta timidez de lado, comienzo a hacerle caricias en el brazo, suelta aire de su nariz dándome a entender que sonrió. Al rato su mano está jugando con el elástico de mi short y deja unos besos en mi cuello, cada tanto también chupa o succiona. Sentía estar mojándome ante sus actos, pero mi cabeza no me estaba dejando disfrutar del todo la situación.
Él estuvo con todas las chicas de Cutral Co, terminaron una más enamorada que la otra y eso no iba a ocurrirme a mí. Entonces cuando iba a introducir su mano debajo del short la tomo frenándolo, también cesan sus besos en mi cuello.
— Quiero dormir — miento nerviosa, estaba siendo una idiota.
— Está bien — contesta alejándose de mí — ¿Puedo abrazarte? — muerdo mi labio con ternura y asiento.
— Sí — hablo cuando caigo que no me veía en la oscuridad.
Me acomdo de costado mirando hacia él, dormía del lado izquierdo, él me abraza dejándome esconderme en se pecho y colocar mi pierna derecha entre las suyas, era cómodo acostarse con él.
No tardo en dormirme, había sido un momento incómodo para mí cortar todo, sin embargo él me hizo sentir cómoda.
