avril
habían pasado unas semanas en las que solamente me quedé en mi casa haciendo nada, el cuerpo comenzaba a pesarme al mismo tiempo que mis antojos aumentaban, eran todos de frutas, tomás era el encargado de comprar si no pedía por alguna aplicación, pero salir de mi casa era casi nunca. tomás estaba cada día más pesado con estar encima mío y con mis cambios de humor nunca era bueno, pero al final del día estaba agradecida por no dejarme sola en esta especie de crisis que estoy experimentado.
— llegué!
ahí estaba de nuevo, tomás.
sonrío cuando lo veo entrar a la habitación minutos más tarde con un plato en mano que contenía gran cantidad de gajos de mandarina, el antojo más común entre otros cítricos.
— te amo demasiado en estos momentos, campos — exclamo sentándome en la cama, él suelta una risita negando como si estuviese pensando algo pero no lo dice.
me encargo de deshacer la pausa en la serie que mirábamos una vez se acuesta a mi lado, como mis ganas de salir eran nulas, nos la pasábamos mirando series cuando estaba en mi casa, a veces también venían los demás chicos aunque tampoco tan seguido ya que estaban a full con el tema de la música, cenfe también pero en menor medida para poder acompañarme la mayor cantidad de tiempo posible, un amor.
y hablando de amor, era casi innegable que todo lo que sentí por tomás algún día revivió, incluso en mayor medida. estuve conociendo a un tomás nuevo, o al contrario, en realidad se parece al tomás de antes, a ese nene del que me enamoré por el 2014, lleno de vida e ilusiones, cosa que últimamente parecía haber perdido con el paso del tiempo. ya tenía claro que siento por él, siento un amor que nunca sentiría por nadie más, era mi excepción a todo, sin embargo no podía decírselo, no porque no quisiera sino que no me salían las palabras cuando se trataba de eso.
— ¿estás bien? — pregunta acomodándose a mi lado, lo único que puedo hacer es asentir con mi cabeza — ¿segura? — habla de nuevo un poco dudoso.
no contesto, solo admiro detenidamente su cara, la cara que me tenía tan enamorada. en cuestión de segundos el estaba riendo nervioso y mirando a otro lado con timidez.
— te amo — suelto de la nada.
pero lo hacía, realmente lo hacía. una sensación de carga salió de mí y una de alegría entró cuando sentí sus brazos abrazándome de una manera tan cálida y con una fuerza que demostraba la necesidad de hacerlo, no dudo un segundo en hacer lo mismo, ambos lo necesitábamos mucho.
— esperá — se separa rápido — ¿me amas? ¿me amas en qué sentido? — pregunta con miedo, volvía a ser un nene literalmente.
— en el que siempre te amé, tomi — admito.
sin darme tiempo a procesar todo lo que dije o a decir algo más, sus labios estaban sobre los míos sellando el amor mutuo que sentimos.
— te amo, te amo — repite con besos de por medio — me hacés muy feliz, perla, gracias.
y ahí estaba, como siempre, tomás con las palabras justas para matarme de amor.
hola, desaparecí mucho, pero bueno no tenía ningún tipo de inspiración, ahora creo que sí y voy a meterle con todo para poder terminarla.
perdón a quienes la leen por colgarla tanto :( espero que estén bien <3
