avrilMiro la hora en mi celular antes de irme rumbo a la fábrica, le dejaría comida al Crackero antes de ir a la escuela, no sabía si estuvo comiendo estos últimos días. Toco reiteradas veces hasta verlo abrir con cara de dormido y de otro, como de costumbre.
— Buen día, Cracker — entro con una sonrisa.
— ¿Cómo estás de humor a estas horas del día? — reclama tirándose en el sillón.
— ¿Cómo estás de mal humor a toda hora del día? — lo imito y me hace burla — Tomá — le extiendo la bolsa con galletitas, agua y un sanguche.
— Na, so' una ídola — reconoce mirando las cosas dentro de la bolsa.
— Bueno, nos vi' — estaba por irme cuando recuerdo algo — Andá a mi casa a la tardecita, hasta ante' de la' ocho si necesitás bañarte o cualquier cosa, ¿sí? — aviso y él asiente.
— Muchas gracia', Avril — asiento antes de irme.
Al estar a una cuadra de mi casa veo a Chulu fumando fuera, me va a buscar todas las mañanas así vamos juntos a la escuela, le queda de camino. Me acerco ideando una excusa, al verme fuera se extraña y sonrío inocente.
— ¿De dónde vení', enana? — habla extrañado siguiendo el faso.
— Del kiosco de Marito — contesto con desinterés, era el único kiosco 24/7 en el barrio — Bueno, ¿vamo'? — cambio de tema extendiendo mi mano.
Asiente y choca nuestras manos como saludo, antes de comenzar a caminar rumbo a la escuela. Íbamos riendo, mayormente de los chistes de Chulu, hasta frenarnos cuando escuchamos un '¡Chicos!', éramos los únicos en la calle a esta hora. Nos damos vuelta viendo a la mamá del Crackero, la conocía de vista nada más.
— ¿Cómo andás, Tere? — saluda Chulu acercándose a ella.
— Preocupada, ¿sabés algo de Tomi? — pregunta con angustia, mi amigo niega con la misma sensación — ¿Vos sos amiga de mi hijo? — me habla a mí.
— No, pero hace poco lo crucé, anda bien, sabe manejarse en la calle — me hundo de hombros y ella asiente con una sonrisa enorme.
Saluda a Chulu con un beso en el cachete y a mí con un abrazo fuerte antes de entrar a su casa. Suelto una risita cuando retomamos nuestro camino.
— No le mientas, Avril — me reta Chulu — ¿O no e' mentira? — mierda, C.R.O me mata.
— Sí, es mentira — miento — Pero, ¿vo' viste su carita de felicida'? — muerde su labio negando varias veces.
— No está bien, boluda — me hundo de hombros.
— Él está bien y su mamá tranquila, listo — resto interés con un gesto de manos.
— ¿Y cómo 'tás tan segura? — cuestiona mirando al suelo.
Estaba mal, se le notaba mucho, mataría al Crackero por hacer sentir así a mi hermano.
— Es C.R.O — hablo obvia — Ademá' si le hubiese pasado algo ya no' hubiésemo' enterado — él asiente dándome la razón, sin embargo aún está mal — Dale, cuando le pinte volver armamo' alta ranchada — hago puntitas para llegar a abrazar sus hombros — Es má', la organizo yo — me mira con una cara divertida.
— No, ahí ya no te creo — reímos, hacía bien.