avrilsigo acariciando el pelo de tomás mientras duerme plácidamente, lo miro cada tanto para sonreír con ternura, era indefenso, tierno y tranquilo, cosas que esconde mientras está consciente.
historias, historias y más historias, instagram es lo único que me entretiene en este momento, aunque termino cansandome de la aplicación, entonces salgo para dedicarme a jugar al único juego que tenía en el celular ; el clásico y fiel tetris.
mataba el tiempo con dicho juego cuando suena el timbre sorprendiéndome bastante, no esperaba a nadie.
saco lo más cuidadosa que puedo la cabeza de tomás que descansa sobre mi pierna, me encamino a la puerta y cuando finalmente abro me encuentro con la reluciente sonrisa de joaquín frente a mí, además de tener un vino en mano.
lo hago pasar con nerviosismo, tenía una panza de embarazo más notable y a cenfe durmiendo en el sillón, el rubio me mira confundido notando al otro artista, hasta que recién ahora, se da cuenta de mi panza con una notable expresión de sorpresa, sus ojos prácticamente estén saliendo de su cara mirando en dirección a mi abdomen con un bebé adentro de casi cinco meses.
— ¿quién es? — pregunta dormido cenfe, se había despertado al final.
al no obtener respuesta de ninguno se gira en el sillón quedando con la vista hacia nuestro lado, aunque con los ojos casi cerrados, al menos hasta reconocer a siete y también llevarse una sorpresa.
— ¿avri, estás... — joaquín no puede ni terminar la pregunta del asombro.
— sí, es de tomás — suelto directa, ya no podía esconderle nada — pero no estamos juntos — me atajo al instante y escucho el ruido del sillón junto a un suspiro, mierda.
— los dejo que hablen tranqui — avisa el cara tatuada antes de saludar e irse sin más.
— te iba a contar, pero tenía miedo — admito con pena sin mirarlo directo a sus ojos.
suelta una pequeña risa, a medida que se acerca a mi cuerpo deja la botella de vino sobre la mesa ratona a sus pies, para luego tomar con delicadeza mi cara entre sus manos y susurrar ; — está bien — dándome cierta tranquilidad, como si me sacara algo de encima.
— no tenía la obligación de contarme, tampoco debió ser fácil para ustedes — dice sin problemas y muerdo mi labio.
no podía ser tan comprensivo ni tierno, me mataba.
— pero necesito saber dónde queda lo nuestro con todo esto.
miro al suelo esperando que la respuesta salga de ahí, porque yo sinceramente no la tenía.
— no sé, ahora prefiero estar sola, tomarme tiempo para mí y mi hijo — contesto luego de un rato en silencio.
— está perfecto — asiente — pero yo vine a comer con vos y a menos que me eches... — se tira en el sillón — me quedo igual — coloca sus manos tras su nuca para más comodidad.
— claramente vamos a cenar juntos — afirmo con una sonrisa que genera la suya.
— y contame ¿estás feliz con el embarazo? — pregunta con interés el rubio cuando me siento a su lado.
y entre muchos temas más tuvimos un montón de charla.
joaquín era realmente un gran chico, pero ahora no tenía cabeza para jna relación, menos con tomás tan cerca todo el tiempo.
bueeeno, creo que nos vamos acercando al final