✧ 𝟮𝟬 ✧

2K 107 7
                                    


tomás

Mi corazón latía fuerte cuando vuelvo a estar frente a Avril, también siento mis manos sudar con el regalo entre ellas. Tenía mis manos detrás, ella aún no había visto nada y estaba ansiosa.

La miro fijamente a la cara, sientiendo dentro mío cosas raras, cosas que solamente ella me hace sentir. Muerdo mi labio nervioso, nunca había estado así con una chica, con nadie en realidad. Nunca fuí alguien tímido o vergonzoso, pero últimamente cambié mucho.

— Mucho suspenso, Tomi — dice algo nerviosa también.

Me siento frente a ella largando el aire retenido inconcientemente.

— Mirá, estuve pensando mucho en vos, e-en nosotros — tartamudeo sin intención ¿tan nervioso iba a estar? — Y llegué a la conclusión de que so' como una perla para mí — me mira elevando una ceja extrañada — Son de buena suerte y significan banda de cosas, cosas que vos significas o representas para mí — sonríe dándome confianza, no estaba siendo un boludo — La más importante es paz — asiente con atención — Avril, cuando estamos junto' no necesito nada más, no hay nada malo con vos al lado mío, ni nada de qué preocuparme. Estoy en paz conmigo, con todo, si estás vos — suelto mirándola a los ojos, los cuales ahora están llorosos.

— E' hermoso todo lo que me estás diciendo, boludo — dice con una sonrisita en la cara, enamorándome más aún, si eso era posible.

— Y m-me gustaría que el noviazgo que cree mi vieja, sea verdad — me animo a decir finalmente mostrándole mi regalo, una cadenita.

Me miraba sin decir nada, sin mostrar expresión tampoco ¿la había cargado?Iba a hablar, a pedirle una respuesta, mis nervios me estaban mandando. Pero antes de eso, se abalanza sobre mí a besarme, tomaba eso como un .

— Te quiero mucho, Tomás — susurra sobre mis labios y sigue besándome.

— Yo más — la tomo de la cintura haciéndola sentarse sobre mí — Pero contestame, quiero que sea formal ¿querés ser mi novia? — suelta una risa sobre mis labios y se aleja para mirarme a los ojos.

— Sí, obvio — afirma sonriente, es hermosa.

Estuvimos un rato así, entre besos y sonrisas, hasta que decidimos vestirnos, ya era hora de que vuelva mi familia. Mi novia se coloca la cadenita que le compré, no tenía ningún dije, eso querría que lo elija ella, era su cadenita.

La miraba mientras se plancha el pelo, hace rato terminamos de comer y los chicos no iban a tardar mucho en buscarnos, vamos a ir en el auto de un amigo de Homer.

— ¿Qué tanto mirás? — se hace la mala mirándome a través del espejo.

— Lo hermosa que sos — se gira mordiéndose el labios.

— Sos demasiado tierno y hermoso en todo sentido — admite con un tono sincero — Te quiero — me tira un beso.

— Te quiero — contesto también con verdad e imito su acción.

Estaba realmente enamorado de mi perla.

𝙥𝙚𝙧𝙡𝙖 ; 𝙘.𝙧.𝙤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora