Dante's POV

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He estado perdido y sin rumbo desde que se fue.

Ha pasado solo un día pero incluso los segundos se vuelven eternos cuando te cuesta respirar.

Y así me siento como si con su partida se hubiera llevado algo que me es indispensable para sobrevivir.

¿Por qué?
¡Maldita sea!

Pregunto a la nada mientras aprieto con fuerza el vaso de wisky en mi maltratada mano.

¿Por qué?

Susurro otra vez con voz rota sin poder entender cómo Stefano Di Livio aun en su lecho de muerte tiene el poder de arruinar mi vida dejándome destrozado ante la posibilidad de perder a quien más amo en este mundo.

Ria...

Murmuro su nombre y mi corazón se encoge al pensar que se marchó creyendo que no confío en ella cuando la realidad es que no confío en mí mismo.

No confío en ser suficiente para ella porque tengo miedo.
Miedo de que si le revelo la verdad de mi pasado,si le dejo ver cuan dañado e imperfecto soy no querría volver a saber de mí y eso acabaría matándome.

No,no puedo perderla pero no sé como evitarlo.

¡Dante,abre la puta puerta!

Exclama Matteo del mismo modo en que ha estado haciendo desde que llegó.

Y yo decido ignorarlo exactamente como he estado haciendo durante todo ese tiempo.

Si no me dices que ocurre no podré ayudarte.

Susurra con voz cansada y yo niego con tristeza aunque él no puede verme.

Nadie puede ayudarme.

Le contesto por primera vez desde que vino y me encontró encerrado en el despacho.
Precisamente el único lugar que no está lleno de recuerdos de Ria.
El único sitio donde no está impregnado su olor.
Donde puedo revolcarme tranquilamente en mi miseria.

Hermano no digas eso.
Escucha,abre la puerta y vamos a hablar.
Sé que algo sucedió con Ria.
Si ella no quiere verte tal vez acepte platicar conmigo.

Replica haciendo que levante la cabeza del escritorio y clave la vista en la puerta sintiendo en mi corazón una pequeña chispa de esperanza.

Eso podría funcionar.
Él podría ir hasta el departamento y hablar con ella. Tal vez logre persuadirla a regresar y si no lo logra al menos me traerá noticias suyas.
Es mi única opción.
Además ya no tengo nada que perder así que me pongo de pie y camino hasta la puerta abriéndola deprisa.

¡Gracias a Dios que entraste en razón!

Exclama aliviado mientras se adentra en la estancia.

Yo le doy un tenso asentimiento y me dirijo hacia el sofá con él siguiéndome de cerca.

Una vez que toma asiento junto a mí prosigo a contarle todo lo ocurrido.

Él escucha atentamente mis palabras y acepta secundar mi plan marchándose luego de un rato con la promesa de traerme noticias de Ria.

*****

El tiempo pasa y me desespero cada vez más mientras Matteo no da señales de vida.

Estoy a punto de llamarlo cuando el móvil vibra en mi mano con su llamada entrante.
La tomo deprisa.

Amore Italiano © [Terminada/Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora