Capítulo#13 (Editado)

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Mi ceño se frunce y mi sonrisa se borra poco a poco al ver que es Matteo.

No me malinterpreten me alegro de verlo pero claramente esperaba a Dante.

—Piccola, tu exceso de emoción resulta abrumador. —Ironiza mientras se lleva una mano al corazón como si lo hubiese herido.

Río por su gesto y él me devuelve la sonrisa. Inmediatanente me siento mal por haber hecho tan evidente mi decepción.

—Lo lamento Matt. Me alegro de verte, de veras, es solo que esperaba a Dante y bueno este es su coche así que pensé... —Dejo la frase en el aire y me encojo de hombros dándole una sonrisa avergonzada.

Él niega restándole importancia.
Entonces subo al auto y le hago señas a las chicas para que hagan lo mismo. 

—Umm, ¿quién es esa bella ragazza?* —Matteo pregunta a la vez que señala en dirección a Ann.

—Esa es Analisse, una de mis mejores amigas. —Respondo con el ceño fruncido.

—Analisse. —Repite el nombre como saboreándolo y sonríe con picardía.

Yo apunto hacia él, golpeando mi dedo índice en su pecho.

—Te estoy observando Matteo.
Te estoy observando. —Advierto medio en broma.

Él levanta las manos en son de paz y yo niego divertida.

Las chicas llegan al auto a los pocos segundos ubicándose en la parte trasera y luego de las presentaciones  emprendemos el camino a casa de Dante.

                                                                           ❤💚❤

El trayecto pasa rápido porque vamos entretenidas con la charla de Matteo.

Al llegar, Bosco sale a recibirnos y Noelle se asusta por su imponente tamaño.
Después de convencerla de que no va a atacarla de un momento a otro avanzamos hacia la sala de estar con él siguiéndome de cerca aún desconfiado con las chicas.

Tomamos asiento en un sofá y tras esperar unos mintunos llego a la conclusión de que Dante no está en casa ya que no ha salido a recibirnos.

Me volteo hacia Matteo en busca de una explicación.

—¿Dónde está Dante? —Inquiero demasiado bruscamente y enseguida hago un mohín apenado.

No quise sonar de esa forma tan...demandante, como una especie de novia controladora.

¡Ni siquiera soy su novia!

Me recrimino deseando enterrar la cabeza en la tierra como un avestruz.

Al parecer a Matteo no le pasó desapercibido mi tono de voz porque enarca una ceja y me da una sonrisa divertida.

Yo bufo por la bajo por su actitud.

—Está resolviendo unos asuntos de trabajo. Sabía que podía demorarse un poco y por eso me envió a buscarlas. —Explica mientras se acomoda mejor sobre su asiento.

¿Qué se supone que conteste? Dios, que vergüenza.

Continúo quejándome para mis adentros.

—Ahh... de acuerdo. —Respondo en voz baja y él me da otra de sus sonrisas fáciles.

—Bien, piccola, ¿por qué tú y tus amigas no van a cambiarse? —Sugiere pasados unos segundos y asiento en acuerdo.

Amore Italiano © [Terminada/Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora