Capítulo#15 (Editado)

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El fin de semana en casa de mis padres pasó volando entre los habituales paseos a caballo y las tardes de compras con mi madre.

El lunes llegó y con él las vacaciones de invierno por lo que decido tomarme mi tiempo y no emprender el viaje de regreso a la ciudad hasta después del mediodía.

Llego a casa alrededor de las 4 pm.
Apenas pongo un pie dentro dejo caer mi maleta al suelo con descuido, camino hasta el sofá y me desplomo sobre él totalmente extenuada. Definitivamente amaba a mis padres tanto como odiaba estos viajes en carretera.

Luego de descansar por unos minutos decido darme una ducha y después desempacar. Así que me dispongo a avanzar hacia mí habitación con energías renovadas.

❤💚❤

Estoy terminando de lavarme el cabello cuando la voz de Analisse atraviesa la puerta del baño.

-¡Ria Reynolds!
¿Cómo pudiste llegar y no avisarme? -Protesta y yo sonrío ante su enfado.

-No tiene sentido llamarte si me verás en cuanto llegues a casa. -Le contesto divertida.

La escucho alejarse aún murmurando enfurruñada y una vez más sonrío por su actitud infantil.

Cuando termino de secar mi cabello salgo a mi habitación envuelta en una bata de baño y la encuentro acostada en la cama como una mala imitación de Patricio la Estrella.
Golpeo su pie para que lo aparte y me siento a su lado con un suspiro.

-Estoy exhausta, el viaje en carretera siempre me pasa factura. -Comento y Ann me da una sonrisa conocedora.

-Ciertamente es agotador, Ri-ri.
Me gustaría que nuestros padres se mudaran un poco más cerca, pero entonces no tendríamos más divertidos y relajantes días de campo. -Responde y asiento en acuerdo.

Su comentario trae a mi memoria la conversación que tuve con mis padres antes de regresar.

-Oh Ann, ahora que lo recuerdo mis papás quedaron en venir a pasar Navidad con nosotras. -Comento dejándome caer sobre la pila de almohadas

Su sonrisa se ensancha notablemente.

-¡Eso es genial! Este año si que lo tendremos todo: El árbol, la cena, los dulces. -Enumera emocionada.

-Aún recuerdo la Navidad pasada. -Añade tras unos segundos y hace un gesto de estremecimiento que entiendo perfectamente.

La Navidad pasada estábamos en la fiesta de cumpleaños de Lynn Adams, una chica de nuestra facultad con la que Noelle compartía clases.

Aquel fatídico día me tocó soportar la desagradable sensación de la lengua de Tomas Harris, el quaterback de turno en el jodido fondo de mi garganta, en lo que quizás haya sido el peor beso de la historia mientras Noelle rozaba el coma etílico y Ann se peleaba con una chica punk por hacer trampa en el póker acabando con un ojo morado en la sala de urgencias.

Pasamos la noche en el hospital. Fue espantoso, imposible olvidarlo.

-Sip, esta Navidad será genial Ann. -Concuerdo e internamente pienso que cualquier cosa será buena en comparación a ese recuerdo.

Amore Italiano © [Terminada/Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora