Capítulo 27. 𝙲𝚊𝚗𝚍𝚊𝚍𝚘 𝚌𝚎𝚛𝚛𝚊𝚍𝚘

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Después de nuestra amorosa parada improvisada decidimos seguir avanzando. El cielo pasó de un oscuro tono oliváceo hasta mostrar un verde trébol a través del dosel de las ramas de los árboles, dotando el ambiente de una naturalidad digna de una historia de cuento. 

Los bosques que parecían al principio desiertos verdosos, sin vida, dio paso a numerosos sonidos en cada rincón del lugar. Podía alcanzar a escuchar el débil sonido de un río algo alejado, el sonido de los pájaros yendo de un lugar a otro, las pisadas de los animales terrestres partiendo ligeras ramas en el suelo y las ardillas saltar de rama en rama. El bosque dejó de ser un páramo mortuorio, a una cúpula de sonidos proveniente de la naturaleza mediante el eco.

Era hermoso.

Pese a que la caminata nos había costado gran parte de la mañana , Ulick parecía totalmente entusiasmado y lleno de energía. Incluso apostaría que se sentía dichoso por acompañarlo. No mostraba ni una pizca de cansancio pese a las subidas y bajadas, y tampoco pareció importarle la laberíntica apariencia del bosque, se sentía como en su casa. En más de un momento me puse nervioso, temiendo que nos perdiéramos en el laberinto natural que mostraba árboles de diferentes edades, además de zonas que me parecían demasiado similares. 

El moreno mostraba gran ahínco con evitar que me intoxicara con el miedo y la duda, guiándome por aquel dédalo que mezclaba las tonalidades verdosas de cada clase. Verde escabeche, verde enebro y el color salvia se entremezclaban junto al tono trébol del follaje. Colores verdosos que se acoplaban perfectamente al color de la tierra que pisábamos. Me sentía como en un lienzo natural, uno donde no existía la posibilidad de hallar ningún alma humana, solamente naturaleza e imaginación para sentirse dentro del mismo cuadro.

Mi miedo y duda, las cuales Ulick se encargaba de arrancar de mi ser mediante acciones cariñosas y sociables, dio paso a una sensación de entusiasmo. Lamentablemente no duró demasiado, porque al poco tiempo de subir más pendientes y sumándolo a una ligera pesadez en las piernas, dio paso a la impaciencia.

—¿Ves el fulgor de allá? —señaló un punto en concreto.

—¿Dónde? —respondí entrecerrando los ojos, esperando ver lo que él señalaba. No fue el caso.

—Creo que aún está demasiado lejos —se encogió de hombros.

Me limité a poner los brazos en jarras, emulando una falsa molestia.

—Lo siento, dejé mis gafas en casa —bromeé finalmente.

Ulick rio entre dientes por mi comentario, ampliando su sonrisa más que otras veces. Quizás le parecía gracioso que hiciera comentarios sarcásticos, aunque a mí no me parecían tan impresionantes.


Para mi sorpresa, después de caminar unos cuantos metros más en la dirección que Ulick señalizó, puede ver sin ningún rastro de duda lo que tenía frente a mis ojos. La luminosidad amarillenta después de atravesar gran parte del bosque me hizo ignorar la, ya acostumbrada, brillantez verdosa de los árboles. 

No pude evitar emocionarme por lo que estaba observando. Apreté el paso hacia adelante y Ulick me permitió tomar el frente, siguiéndome detrás mía para admirar mi comportamiento ante aquel fenómeno. Era inevitable pensar en decenas de lugares que podría hallarse más allá de las últimas capas de helechos, los cuales no podía decantarme por uno y colocarla en mi mente como la imagen principal.

Cuando llegamos al final de nuestro trayecto, vi en el lugar uno de los parajes más hermosos que había visto en toda mi existencia. Donde mis ojos estaban fijados podía observar una zona redondeada por montañas y árboles de diferentes alturas y grosores, un círculo perfecto con flores de diferentes clases y colores; rojos, violáceos, amarillos y blancos eran los más visibles para mis ojos humanos. El burbujeo del arrollo se acentuó, recordándome que antes lo había escuchado mucho más lejano; pensé en ese instante, con ciertas dudas, que quizás el follaje de los árboles amortiguaban el sonido, dándome la sensación de que se hallaba a mucha más distancia de la esperada.

𝕹 o c t i s  [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora