-Capitulo 03-

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James Sirius Potter se encontraba en su sala común, sentado debajo de una ventana mientras se oían los truenos romper en el oscuro cielo, los relámpagos iluminaban los terrenos de Hogwarts. Sus primos mellizos, Fred II y Roxanne Weasley estaban jugando a los naipes explosivos, haciendo tiempo para bajar al Gran Comedor. El guardián de Gryfflindor apretaba con fuerza un cojín contra su pecho, sentía rencor por las acciones deshonestas de Maggie Simmons. Estaba seguro que alguien estaba ocultado una realidad que podría afectar a los demás estudiantes. Desde hace tiempo, el mundo mágico estaba en calma y libertad de prensa. ¿Qué pasaría si una adolescente desenredara una batalla? Tenía el presentimiento que la joven bruja tenía un secreto, demostrando que la snitch fue capturada a los segundos en las manos de ella.

-Hola, amigo-saludo su primo, Hugh, de catorce años. Se sentó a su derecha, estirando sus piernas-. ¿No me digas que sigues pensando en el juego?

-¿Hay una razón para las mentiras?

-¿De qué hablas?-dijo confundido, el joven Potter hizo a un lado su cojín- Mejor, cálmate. No quiero presionarte ni obligarte a que te trates por estrés.

-¡Tonterías!

James Sirius se puso de pie, cruzando el salón y salió de allí. Bajó las escaleras, los escalones falsos eran una desventaja evitando, casi siempre, tropezar con ellos. Llegó al primer corredor, había pocos estudiantes paseándose antes de cenar. El muchacho continuo su camino hacia el patio central, miró a su alrededor donde reconoció a Maggie Simmons sentada en una banca de concreto. Era su momento de interrogarla, se encamino a ella rápidamente, sin perder un segundo de su sospecha. La chica de cabello negro con reflejos turquesas levantó su cabeza al muchacho, se miraron en silencio. Ella se hundió de hombros, no tenía nada que explicarle a James Sirius Potter.

-Solo, tuve suerte-dijo ella confiada-, por si tienes dudas.

-No lo creo-tercio James Sirius cruzándose de brazos- ¿Cómo lo haces? Todos estaban mirando, tienes algo raro...un nuevo encantamiento, tal vez.

-¿Y, qué?

-La suerte no nos toca a todos-continuo él-, ¿Qué escondes, Simmons?

-Estás imaginando cosas, Potter.

-Estoy seguro que no son inventos.

-Es tu problema, simplemente tuve la oportunidad de ganar el partido para mis compañeros-sonrió Maggie.

James Sirius arrugó el ceño indignado que la chica estuviera riéndose en su cara, aflojó sus brazos y continuo mirando a la joven bruja con intenciones de descubrir su misterioso secreto. Maggie se puso de pie, acercándose a él lentamente. Aun sosteniendo la mirada del muchacho. Hubo una pausa entre estos dos, Maggie se rió de los pensamientos reprimidos del muchacho. -Estás creando posibilidades imposibles, Potter-dedujo con una sonrisa en sus gruesos y rosados labios-, ten cuidado.

-¿O, qué?

-No querrás saberlo, nadie viene a tirarme mentiras o inventos en mi cara.

-¿Por qué? Estás admitiendo que tengo una verdad que todos quieren ocultar-sentenció él.

-Debo irme.

Maggie retrocedió, pasando por un lado del joven mago. Podía sentir la incredulidad en la cabeza del muchacho, era peligroso que los estudiantes creyeran que ella era diferente a todos. No le gustaba que las personas le miraran con miedo. La mano de James Sirius le detuvo, sujetándola de su brazo esperando una reacción de defensa de la chica, nada más ella se rió, otra vez. Se zafó de su agarre, observándolo con sutileza y añadió lo siguiente; La farsa nos lleva a corrompernos y cegar nuestra realidad.

La verdad pintada de mentiras y misterios no detenían a este Potter, como sus ancestros fueron grandes pensadores y excelentes magos cumpliendo el deber de desenredar las mentiras de la sociedad, así se sentía él en estos momentos. Estaba dispuesto a ser discreto, averiguar qué pasaba en la vida de Maggie Simmons. Ambos regresaron al interior del castillo, desviándose hacia el Gran Comedor donde tomaron sus mesas correspondientes. Fred II lo invitó a sentarse con él y otros chicos que conversaban sobre el partido, tal vez podía meter su sospecha entre los amigos de su primo.

-¿Creen que sucedió algo fuera de lo común?-interrogó James Sirius.

-¿De qué hablas?-dijo uno de ellos- Se nota que la derrota nos vuelve vulnerables, pero arrasaremos con Ravenclaw.

-¿En serio, no ven que algo pasa en todos los partidos de Huflepuf?

-No...¿Qué pasa?

-No estoy seguro, aún-dijo James Sirius, se sirvió un poco de jugo de calabaza- Estoy preparándome para este error humano.

-¿Qué sucede contigo, primo?-le pregunto Fred II preocupado.El joven no hizo comentarios, lo único que le faltaba era tener a su familia en contra de sus opiniones, sabía que Fred II lo detendría antes que sacara a luz la verdad que escondía Hogwarts.

Entre la snitch y el viento [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora