-Capitulo 05-

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James Sirius entró a su clase de Aritmancia, era el último. La profesora no dijo nada, solo le señalo un pupitre disponible delante de Maggie Simmons. Ninguno estaba contento. La lección del día continuo su curso, mientras los alumnos sacaban sus plumas y escribían en sus pergaminos. El muchacho no encontraba algún pergamino en su mochila, ¡Juraba por Merlín, que tenía dos rollos! Murmuró un insulto, mirando a los demás. Tenía que pedirle a alguien uno para no retrasarse. Sin mencionarlo, apareció una mano femenina sobre su pupitre golpeando despacio, llamando su atención.


-¿Tienes problemas?-dijo Maggie con una sonrisa divertida.


-¿Eh...qué?


-Tus pergaminos, Potter.


-Sí, los olvide.


Maggie buscó en su bolso, entregándole dos rollos. Esto le resultaba extraño a James Sirius, porque la chica nunca hablaba con él o se quedaba atontada por su aspecto, por su linaje. James Sirius aceptó, sin agradecerle pero, no hizo falta para Maggie pudiera leer su mente, sonrió sonrojada.


-Ahora, escribe...La profesora nos mira mal-susurró Maggie con una sonrisa ladeada.


Volvieron a sus pergaminos, escribiendo las actividades e intentando resolverlos antes que la primera hora pasara delante de ellos. El joven Potter observaba a su compañera, cada tanto, tratando de comprender los ejercicios. Escuchó un carraspeo de la profesora que estaba vigilando a todos los alumnos, eran ejercicios de prueba para los TIMOS. James Sirius puso sus ojos marrones en sus apuntes, le costaba entender los números y fórmulas. No era fácil, prefería estar entrenando en el campus.


-¿Potter, perdió algo?-llamó la mujer de cabello blanco, recogido con un moño perfecto-


-Nada, estoy bien.


-Deje que vea su trabajo-le ordeno, extendiendo su mano. James Sirius estaba sudando de los nervios, obedeció esperando un regaño de la mujer por tratar de copiarse- Casi, pero no...Continua, no te distraigas.


-Claro.


Notó a Maggie observarlo, sonriéndole con simpatía. El chico Gryfflindor arqueo una ceja, le parecía sospechoso que ella se comportara amigable, en realidad, estaba planeando un ataque para el siguiente partido de Quidditch. Maggie se rió, moviendo su cabeza y regresó a su pergamino. El muchacho estaba confundido y ansioso de terminar la clase, sus manos sudaban demasiado, intento limpiarse con su suéter gris pero, no servía.


-Maldición...


-¿Señor Potter?


-Disculpe, profesora Wong-sonrió a medias- No distraerme, lo sé.


-Quedan quince minutos, ¡Aceleren sus plumas!-presiono Wong. Él la odiaba.


Al final de la clase, James Sirius decidió esperar a Maggie para hablar, sabía que algo pasaba con ella. Los directivos que no querían asumir que esta chica de cabello negro y lindos ojos marrones estaba en un misterio. El muchacho Gryfflindor espero que el último estudiante saliera del aula. Vio a Maggie acomodar su túnica, agitó su varita metiendo sus pergaminos dentro de su bolso negro. James Sirius tomó coraje, dirigiéndose a Maggie que levantó su cabeza y le sonrió.


-¿Qué pasa?-dijo Maggie, recogiendo su bolso y lo colocó sobre su hombro.


-Creo que debes enseñarme cómo lo hiciste-soltó de una buena vez.


-¿Qué cosa?


-La snitch volando hacia ti.


-¿Eso crees?


Maggie rodeo el pupitre siendo acorralada por Potter que le pidió un minuto para darle su teoría. La chica le fulmino con la mirada, él quería tener la razón intentando explicarse, justo llegó Sierra para invitarla a la biblioteca. Volvió sus ojos a James Siirus, negando con la cabeza.


-¿De veras?-dijo él indignado.


-En otro momento,-le dijo a secas- Hay gente que necesita espacio personal-dijo indirectamente.


-Pero...Ya, está bien.


Maggie se fue con su amiga. Ojalá pudiera convencerla y revelar la verdad que los profesores evitaban hablar.


James Sirius salió del salón, dirigiéndose a la cabaña de Hagrid, tal vez no era mucho pero, necesitaba que alguien le diera un testimonio, aunque estuviera mal engañar a un amigo como él. Hay veces que debemos arriesgar. Camino por los pasillos, hasta doblar a la izquierda saliendo a las galerías externas de los terrenos de Hogwarts. Bajó las escaleras, cuando escuchó su nombre.


-¿Qué haces aquí?


-Albus...-murmuró, girándose hacia su hermano menor, con su uniforme de Slytherin- Voy a visitar a Hagrid.


-¿Estás seguro? ¿Qué escondes?-le interrogó, dando unos pasos hacia él


James Sirius sonrió, su hermano se cruzó de brazos esperando una respuesta creíble. El día estaba con una claridad hermosa, donde el cielo era completamente azul y el viento rondaba por el lugar, alrededor de ellos.


-Pues, nada...¿Por qué?


-James...


-Adiós, marmota- dijo con una mueca.Continuo su camino a la cabaña. Esperaba obtener algo de información de Maggie Simmons.

Entre la snitch y el viento [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora