Mi padre ya ha mandado el contrato. Estoy esperando en el despacho a que venga Andrea para que lo lea y lo firme. Sé que todo esto es una locura, hasta mi padre me ha preguntado por qué lo hago. Me llevo las manos a la cabeza y resoplo mirando por la ventana. Anoche cuando llegué a casa estaba tan cabreado. Como alguien puede hacer esta clase de cosas. Como echas a la calle a la madre de tu hija. La echas embarazada. Y la dejas tirada en la calle sin importarte que llueva. Eso no es de ser buenas personas, y sobre todo de no respetar a las mujeres. Ese tío no se merece a alguien como Andrea, y desde luego tampoco se merece ser padre. La de veces que he deseado estar en su lugar. Desde la primera vez que vi a Andrea me gustó. Me atrajo físicamente, eso está claro porque hay que ser ciego para no darse cuenta del pedazo de mujer que es. Y después, su forma de ser fue lo que más me gustó. Congeniamos rápidamente, aunque tengo que admitir que entre nosotros siempre ha habido mucha química y me atrevería a decir que algo de tensión sexual. Pero siempre he respetado que ella tuviera pareja pero eso no quita para que en algún momento pensara en ella como algo más que una amiga. Y ahora que la tengo más cerca... uffff, no sé.
Andrea entra por la puerta y alzo mi mirada para verla. Tiene los ojos rojos, ha estado llorando de nuevo. Se acerca a mi despacio. Está preciosa con su vientre hinchado, el hecho de estar embarazada no le resta ni un ápice de belleza, al contrario, está todavía más hermosa. Y deseable, y mucho. Si es que hasta en pijama está preciosa.
- Hola -me dice ella acercándose a mi con timidez. Sé que esto que estoy haciendo por ella la confunde- Hola. Toma, lee el contrato tranquila y lo que no entiendas me preguntas -le digo tendiéndole los papeles. Los toma entre sus manos suspirando y se sienta en el sofá. La veo leerlos muy atenta mientras se muerde los labios. Me encanta que haga eso, es de lo más erótico verla hacerlo. Me apoyo en el escritorio y espero a que termine.
- Vale, lo firmaré, pero con una condición -me dice mirándome muy tranquila
- ¿Sabes? No creo que estes en posición de poner condiciones...firma el contrato Andrea y ya está - la conozco y sé que todo esto la tiene descolocada
- ¿Sabes? No quiero ser una desagradecida, de verdad, pero es que no entiendo porqué haces esto, sobre todo cuando yo no te lo he pedido, ¿eres consciente del favor tan grande que me haces?
- Si, lo soy, y precisamente por eso no tendrías que estar cuestionándolo...si estás de acuerdo, lo firmas y punto... -le digo categórico
- Eres desesperante Francisco...-me dice irritada. Me encanta cuando se enfada porque se pone más guapa todavía con su cara encendida- ¡sólo dime porqué!
- ¡Joder! Pues porque no quiero verte sufrir...estoy hasta los huevos de que ese tío te haga llorar, no te lo mereces y pensé que esto era lo único que podía hacer por ti que fuera lo que más necesitaras ... -le digo acercándome cada vez más a ella.
Andrea se levanta, y se pone delante de mi. Me mira callada unos segundos y me abraza. Me quedo rígido sin saber cómo reaccionar, bueno, sí sé lo que tengo que hacer, abrazarla. La pego fuertemente a mi cuerpo queriendo que no se separe de mí en la vida. Le acaricio la espalda y la separo de mí o acabaré cometiendo una locura aquí mismo en el sofá.
- Gracias, gracias y mil veces gracias -me dice Andrea. Me mira y me da un suave beso en la mejilla. Tiene los labios calientes y un escalofrío recorre mi cuerpo de sentirlos
- De nada, pero a cambio -le digo mirándola- tendrás que ponerle mi nombre a tu hija...
- ¿Isca? -me pregunta ella mientras se ríe. Me río también con ella- ¿cómo sabías que es una niña?
- Andrea, aunque no nos hayamos visto, preguntaba por ti a Maya y a Marcos... -le digo serio.
- Ah, vale -contesta ella. Puedo notar que esta algo nerviosa y además acaba de sonrojarse- Isco, ¿no vas a decirme "te lo dije"?
- No -le contesto sin dudar. Que mala persona sería si lo hiciera
- ¿No? -me pregunta ella sorprendida
- Mira Andrea, en la vida hay que tomar decisiones, aunque no tengas la certeza de que lo que hagas sea correcto, pero son decisiones tuyas y de nadie más...y que nadie te las cuestione, además, bastante tienes ya para que la gente opine...
- Eres increíble, ¿lo sabías?
- Si, me lo dicen mucho -le contesto riéndome. Ella va hasta la mesa, coge un bolígrafo y firma el contrato. Me lo da con una gran sonrisa. Lo cojo y me dispongo a digitalizarlo para mandarlo ya.
- ¿Cuántas personas trabajan en la empresa de tu padre?
- Pues...10 personas, más o menos...
- Vale, pues dile a tu padre, que ya que me ha contratado como nutricionista voy a ejercer como tal...
- ¿En serio? -le pregunto levantando una ceja
- Si...si él quiere vaya...esa era la condición que quería ponerte...
- Bueno, seguro que a mi madre le encantaría que lo pusieras a dieta...
- Genial...Isco, gracias, de verdad, esto es lo más bonito que ha hecho alguien por mi en la vida, no lo voy a olvidar nunca...
- ¿Francisca? -le digo mirándola divertido
- No, lo siento...-me dice rodando sus ojos- pero, consideraré cualquier propuesta de nombre que puedas ofrecerme...
- Hummm, pues voy a darte una larga lista...
- Perfecto, porque no tengo ni idea de cómo voy a llamarla...
*** creo que este es de los capítulos más cortos que he escrito, pero tengo tantas ideas para esta historia. Espero que os guste y se aceptan sugerencias ***
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Te esperé toda una vida (Cross 3)
RomanceIsco Alarcon siempre ha deseado formar una familia como la que tienen el resto de sus amigos. Desengañado por su última relación se promete a si mismo que la próxima persona que pase por su vida, será la definitiva, la futura madre de sus hijos. An...