Isco Alarcon siempre ha deseado formar una familia como la que tienen el resto de sus amigos. Desengañado por su última relación se promete a si mismo que la próxima persona que pase por su vida, será la definitiva, la futura madre de sus hijos.
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Díez días después
Acabo de llegar a Valdebebas. Hace un día muy soleado, aún no hace frío para estar en Diciembre. Me gustan los días así en los que sólo te apetece estar en la calle aprovechando las buenas temperaturas. Entro en el vestuario y saludo a los compañeros. Este fin de semana tenemos un partido importante contra el Valencia y tenemos que ganar para no descolgarnos de los primeros puestos. Voy hasta mi sitio y empiezo a quitarme la ropa para cambiarme. Marcos llega también.
- ¿Que pasa Isco? -me pregunta chocando mi mano- vaya día más bueno, hace un sol que no veas
- Si que hace si -le respondo devolviéndole el saludo- Oye, ¿que tal Andrea y la niña?
- La niña para comérsela -me responde sonriendo para ponerse serio a continuación- pero Andrea mal...
- ¿Que le pasa? -le pregunto preocupado. Sólo la he visto un par de veces desde que nació la niñs porque entre los entrenamientos, partidos y que acabo de apuntarme a un curso de dirección de empresas, no he tenido tiempo de ir a verlas. Y ahora me estoy arrepintiendo
- Pues que creo que tiene depresión -me dice Marcos sentándose- ya sabes, depresión post-parto
- ¡Joder! Lo que le faltaba...
- Está fatal Isco. Apenas come, está todo el día en pijama, anda por la casa como un zombie y bueno...como que pasa un poco de la niña...
- ¿En serio? -me cuesta creer lo que me está diciendo, pero, las depresiones son así, no se pueden controlar, no sabes cuando la vas a tener ni como te van a dar
- Si, verás...a ver le da de comer a la niña, la baña, la cambia...pero todo en su cuarto, apenas sale de el, eso por la mañana. Si Maya quiere cogerla pues la coge, pero cuando yo llego a casa, somos nosotros los que nos encargamos de la niña, ella ni sale del cuarto. Y la escuchamos llorar muchísimo
- ¿Habeis hablado con ella? -ahora si que estoy empezando a preocuparme
- Maya lo ha intentado, pero el otro día le dijo que si quería una psicóloga ya la pagaría -Marcos se pasa las manos por la cara preocupado- Maya dice que esto es normal, que por algún lado tenía que salir lo que le ha pasado, que incluso que pase así de la niña, es normal con una depresión post-parto...pero me preocupa mucho. Hay veces que cuando coge a la niña en brazos, esta se pone a llorar desconsolada porque no quiere estar con su madre...y es una pena, la verdad...
- Lo siento mucho Marcos, de verdad.
- Lo sé, me siento fatal, porque no sé que hacer. Y no quiere escucharnos, si hasta Claudia ha venido a hablar con ella y ha pasado tres pueblos. Maya dice que la dejemos hasta que esté preparada, pero si se pierdo estos primeros momentos con su hija no se lo va a perdonar en la vida, es que desde que yo llego del entrenamiento hasta que la acostamos no ve a su hija...
