11. Los regalos de Reyes

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Joder

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Joder. Que ganas me han dado de subir a Andrea en la encimera de la cocina y hacerle un montón de cosas y todas muy obscenas. Me tiene loco por ella. Encima se presenta aquí con esa sonrisa y ya es que me desarma por completo. Me va a dar clases de cocina, joder, la voy a tener más tiempo para mi, y encima ha sido idea suya. Está claro que dios existe porque me ha mandado un ángel. Y hablando de ángeles, lo que tengo entre mis brazos es dulzura pura. Me encanta darle el biberón a Erica. Me gusta ver como se lo toma abriendo sus ojitos y mirándome. Ésta, otra que me tiene loco.

Andrea ha puesto la mesa para que desayunemos aquí en el comedor. No se me hace raro verla moverse por mi casa, al contrario, me encanta que lo haga. Termino de darle el biberón a Erica y me la pongo en el hombro para que expulse los gases. La sensación de tenerla pegada a mi cuerpo es maravillosa. Siento su aliento en mi cuello y sus manitas en mis hombros. Le doy unos pequeños golpecitos en la espalda y eructa casi como si fuera una adulta. Andrea y yo nos reimos de escucharla. La pongo en el carro y la tapo con la sábana. La miro embobado. No se puede ser más bonita. Me siento en la mesa para desayunar. Cojo un churro y lo pruebo. Esto es una delicia

- ¿Están buenos? –me pregunta Andrea mojando el suyo en su taza. Lo veo llevárselo en la boca y tengo que reprimir un jadeo de placer al ver sus labios rojos morder el churro.

- Si...si que lo están... -le digo bebiendo de mi café para que no se me note, joder si es que me ha puesto duro sólo de pensar en sus labios alrededor de...si...alrededor de ahí...

- Pues aprovecha, porque a partir de mañana te voy a poner a tono...

- ¿A tono? –le pregunto con una sonrisa juguetona

- Oh, Isco –me dice ella sonrojándose- me has entendido...

- Si...

- Tendremos que ir a comprar comida...

- Vale. Tú mandas preciosa, me dejo en tus manos...

- Si...vale...¿mañana por la tarde te viene bien?

- Si, me viene bien. ¿Vamos al súper de la Urbanización? Así puede venir Erica con nosotros...

- Perfecto...ya verás Isco, voy a hacer de ti un hombre nuevo...

- Miedo me das Andrea... -la miro y me río. Seguimos desayunando hablando de cualquier cosa. Es lo que me gusta de ella que podemos hablar de cualquier tema- Oye, ¿qué tal ayer con Mario?

- Oh –la cara le ha cambiado. Está un poco seria- bueno, bien...comimos en un restaurante cerca de su casa, dimos un paseo por la Plaza de España y luego nos fuimos a su casa a ver los Reyes, bueno, nosotros y casi 20 personas que había en la casa...no estuvo mal...

- Me alegro que te lo pasaras bien –soy un mentiroso. Yo lo que quiero es que me eche de menos y quiera estar conmigo.

- Si...bueno...tampoco fue para tanto...- Andrea cambia de tema incómoda- anda que te vamos a dar tu regalo de Reyes.

Andrea se levanta y va hacia el carro de Erica. Coge una bolsa que hay debajo y me la da. Coge a la niña en brazos y se muerde los labios nerviosa esperando que los abra. Abro la bolsa y dentro hay 2 regalos. Abro el primero nervioso yo también. Desenvuelvo el papel y hay dentro una caja, la abro y me emociono. Es una foto mia y de Erica. La tengo en brazos y la miro con una ternura mientras ella me toca la cara con una de sus manitas. La foto está puesta en un marco de madera tallada bastante bonito.

- Andrea, es precioso –le digo cogiendo una de sus manos y apretándosela

- Es para que la tengas siempre cerca –me dice sonriendo.

Me levanto de la mesa y voy hasta la estantería con la foto. La pongo en la parte más visible de esta para que cada vez que me siente pueda verla. Muevo una foto que tengo de mi con la Copa de Europa y ponga la suya al lado. La miro y sonrío. Es una foto preciosa. Vuelvo a sentarme para abrir el otro regalo, también viene dentro de una caja, lo abro y es un libro, la autora es Asa Larsson.

- Pensé que te gustaría leer algo de novela negra sueca que no fuera Camilla –me dice Andrea acercándose a mi muy despacio. Puedo oler desde aquí su aroma a fresa. Algo que me enloquece.

- Había escuchado hablar de esta autora, así que mira, me alegro de que me lo hayas regalado, me apetecía mucho leerlo... Gracias Andrea, de verdad, me encantan...

- Me alegro que te gusten... -Andrea me mira con una gran sonrisa en su cara. Porqué tiene que ser tan terriblemente guapa.

- Bueno, ahora voy a por los vuestros...

Me levanto de la mesa y atravieso el comedor en dirección al despacho. Los dejé allí pensando que en algún momento se los daría o se los dejaría a Maya en su casa. Me alegro mucho de que haya venido esta mañana. Ha sido toda una agradable sorpresa que me despertara. Me encanta cuando Andrea hace estas cosas, me da la sensación de que realmente yo le importo. Cojo los regalos y tengo que llevarlos en 2 viajes. Andrea me mira ilusionada.

- ¡Isco! ¡Cuántos regalos!

- Bueno si...es que cuando se trata de vosotras dos me vuelvo loco...quiero decir, cuando fui a comprarlos pensé en Erica y se me fue la olla...

Andrea me da a Erica y empieza a abrir los regalos, primero los de ella. Se queda sorprendida de ver todo lo que le he comprado, una hamaca de bebe eléctrica, una manta-gimnasio, un piano musical para que le de patadas y el regalo de mis padres, un carrusel musical para ponerlo en la cuna.

- Oh, Isco, todo esto es una pasada, gracias, gracias, eres increíble...- Andrea se acerca a mi y me abraza. Mis brazos la sujetan fuerte. Y me siento bien, de tener en un brazo a Erica y en el otro a ella, joder, esto es lo que me gustaría tener todos los días. Nos separamos y ella me sonríe tan agradecida

- Bueno, y ahora el tuyo, ábrelo –le digo señalando la cajita que queda en la mesa

Andrea coge la caja y con mucho cuidado va deshaciendo el lazo, la abre muy despacio y se lleva las manos a la boca impresionada. Le he comprado una pulsera de Tous. Lleva unos dijes colgando de ella, una letra A, una letra E, un sol y una casa.

- Isco, es preciosa –me dice Andrea mirándome con los ojos brillantes- me encanta, de verdad, es muy bonita. Gracias, gracias....

- Me alegro mucho que te guste. Supongo que sabes que las iniciales son por ti y por la niña... la casa es porque a ti nunca te va a faltar un techo donde vivir, que tienes alrededor a mucha gente que os quiere...

- ¿Y el sol?

- Porqué tú eres como el sol, brillas con luz propia y haces que los demás giren en torno a ti

Te esperé toda una vida (Cross 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora