Isco Alarcon siempre ha deseado formar una familia como la que tienen el resto de sus amigos. Desengañado por su última relación se promete a si mismo que la próxima persona que pase por su vida, será la definitiva, la futura madre de sus hijos.
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Por fin ha llegado el día que más temía del mundo. La primera comparecencia para la custodia de Erica. Alfredo dice que depende del juez que nos toque, puede pasar de todo. Hoy no se decide nada, aunque si nos ponemos de acuerdo, no habrá juicio. Aunque eso es el juez quien lo decide. Y no creo que nos pongamos de acuerdo. Se me retuercen las tripas de pensar que tenga que compartir a mi hija con Erica. Él sólo es quien puso la semillita y nada más. Sólo ruego al cielo que por favor, por favor no le den la custodia compartida.
Erica está con los padres de Isco en casa. Han venido desde Málaga para estar con nosotros. Mi marido se ha pedido la mañana libre. Cuando le ha contado al presidente porqué era, ni lo ha dudado. Le ha dado todo su apoyo y que cuenta con el club para lo que haga falta. Las chicas también están aquí. Siempre a mi lado mis primas. Alfredo dice que el juez decidirá si llama a alguien de testigo. Estamos sentados en la sala de espera de la puerta de la sala donde se celebrará la comparecencia. Estoy muy nerviosa. Isco agarra mi mano e intenta tranquilizarme. Alfredo me ha dicho que cuando vea a Borja que ninguno de los dos le hablemos. Porque lo que digamos podía ser utilizado en nuestra contra. Como en las peliculas. Esto es surrealista.
Borja llega con su abogado. Y el estómago se me revuelve cuando lo veo acompañado de sus padres y también de mi madre. Miro a Isco confundida sin poder creérmelo. Maya la mira también asqueada. Tanto daño que le han hecho a ella, que no lo olvida. De pequeñas eramos las dos contra el mundo. Y ahora de mayores hacemos lo mismo. Se sientan enfrente nuestra y mi madre me echa una mirada triunfal.
- ¿Qué haces aquí mamá? - le pregunto decepcionada
- ¿Tú que crees? Ayudar a Borja a recuperar a mi nieta...
Hago ademán de levantarme, pero Isco me sujeta la mano.
- Recuerda lo que ha dicho el abogado Andrea - me dice mi marido tranquilizandome
- Vale. Pero tengo que ir al baño
- No tardes amor - Isco coge mi mano mientras yo me levanto
- Creí que sólo la familia podía acudir hoy - dice mi madre mirándome con asco - no sé qué hace tu amante aquí...
- Bueno, no es mi amante, es mi marido, por eso ha venido
La cara de mi madre es de sorpresa. Sonrío irónica y me dirijo al baño. Nadie dijo que todo esto fuera a ser fácil. Ahora estoy segura que todo esto ha sido idea de mi madre. Me miro en el espejo del baño y no me veo bien. Me sujeto al lavabo y suspiro. Me echo un poco de agua en la cara. La puerta se abre y entra Borja. Me quedo sorprendida de verlo. Está más delgado, demacrado, con ojeras. La verdad es que no he sentido nada por el cuando lo he visto. Sólo pena. Y rabia, mucha rabia.
- ¿Qué haces aquí? - le pregunto enfadada
- Al final has conseguido lo que querías - me dice mirándome con un odio en sus ojos- casarte con el futbolista. Bravo por ti Andrea, pero tu plan de endiñarle a la niña no te salido bien... te has olvidado que tiene un padre y ya no puedes seguir haciendo lo que quieras
