Isco Alarcon siempre ha deseado formar una familia como la que tienen el resto de sus amigos. Desengañado por su última relación se promete a si mismo que la próxima persona que pase por su vida, será la definitiva, la futura madre de sus hijos.
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Pollo en salsa con patatas al horno, eso es lo que he hecho de comer. Espero que le guste porque me lo enseñó ella. Estoy deseando verla. Los besos de hace un rato me han dejado con ganas de más, mucho más. Pienso en el fin de semana y sonrío. Hacia mucho tiempo que no estaba tan agusto con una mujer, es más, nunca me había sentido así. Por mi vida no han pasado tantas mujeres como la mayoría piensa. Ha habido de todo, celos, amor, desamor, acomodo y muchas que han querido estar conmigo por quien soy. O que no han querido compartir mis sueños.
Pero Andrea es tan diferente a todas. Tenía tanto miedo de que el sexo lo estropeara todo, de que nos diéramos cuenta de que había sido un error estar juntos y no ha sido así, al contrario. Su cuerpo y el mio han sido solo uno. Ella ha vibrado con mis besos y mis caricias, y yo me he rendido completamente a ella. Puedo afirmar rotundamente que hacer el amor con Andrea es lo mejor que me ha pasado en la vida. Porque es lo que le hice el fin de semana, el amor. Y si ella no lo ha visto así, ya pondré más empeño en que lo vea.
El claxon de un coche me saca de mis pensamientos. Miro a través del portero automático y veo que es ella llevando el coche de Maya. Le abro el portón y salgo a recibirlas. Cruzó el jardín y llego hasta el coche. Me dirijo hacia la puerta de atrás. Erica me ve y empieza a reír y a echarme los bracitos para que la coja y yo es que me derrito. Quiero a esta niña como si fuera mía. Ay, ojalá lo fuera. Abro la puerta y la saco del asiento después de desabrocharla. La cojo entre mis brazos y después de besarla la abrazo muy fuerte. Desvío mi mirada a Andrea y ella me mira tan feliz. Me acerco y le doy un beso en los labios.
- Hola preciosa, ¿has tenido un buen día?
- Podría decirse que si, ¿y tú?
- Ahora que tengo a mi niña en mis brazos, mi día acaba de mejorar - Andrea me sonríe y me da otro beso. Dios, podría acostumbrarme a esto toda la vida- vamos dentro, hace frío y seguro que tienes hambre
- Mucha, muchísima. ¿Qué has hecho de comer?
- Ahora lo verás
Camino con Erica dentro de la casa mientras su madre saca sus cosas del maletero del coche. Hace poco le compré una hamaca para ponerla allí mientras estuviera en mi casa. Si he de ser sincero, tengo aquí un montón de cosas para ella, para que se sienta agusto. Entro en el comedor y me siento en el sofá con mi niña. Le quito el abrigo y me la como a besos.
- Mira que te ha puesto guapa mami, estás más bonita mi niña - le digo besando sus mejillas sonrojadas- y mamá también está muy guapa, bueno ella está guapa siempre
Andrea entra por la puerta y escucha lo que digo. La miro y sus mejillas se ponen coloradas. Me mira y me sonríe. Su sonrisa es preciosa, como toda ella.
- Tengo que darle el biberón- me dice Andrea
- Yo se lo doy ¿vale?
Andrea asiente y va hacia la cocina a prepararlo. Me gusta esta sensación la de tener a Erica en mis brazos y a ella moviéndose por mi casa. Me siento feliz. Aunque no quiero engañarme, esto podría no ser para siempre, pero mientras tanto lo voy a disfrutar todo lo que pueda.
