Isco Alarcon siempre ha deseado formar una familia como la que tienen el resto de sus amigos. Desengañado por su última relación se promete a si mismo que la próxima persona que pase por su vida, será la definitiva, la futura madre de sus hijos.
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Acabo de llegar al cortijo que los padres de Marcos tienen en la sierra de Madrid. Maya y él han esperado los dos para celebrar su cumpleaños juntos. Así que hoy aquí habrá mucha gente. Tengo ganas de ver a Andrea después de lo de ayer. Que confesara en voz alta que estoy bueno me hizo gracia. Eso quiere decir que le gusto, por lo menos físicamente. Va a llegar un momento en que voy a tener que decirle que a mi si que me gusta ella de verdad y que me gustaría que tuviéramos algo. Tengo que ir con calma, porque después de lo que ha pasado no quiero asustarla. Y lo que siento por ella es muy real.
El cortijo de los padres de Marcos es bastante grande. Es de una sola planta. Tiene parcela con árboles, un huerto, piscina y hasta una pista de tenis y otra de fútbol. Yo he estado aquí un par de veces en alguna que otra barbacoa. Llego hasta la puerta de entrada y llamo al timbre de la gran puerta de madera. A los pocos segundos me abre Marco con un vaso en la mano.
- Hola tío –me dice chocando mi mano y dejándome pasar- ¿qué tal?
- Bien –le digo entrando. Marco me indica donde dejar la chaqueta.
Lo sigo hasta el gran salón con chimenea de la casa, el cual conecta con el jardín a través de una gran cristalera corrediza. Allí hay ya bastante gente, familia de Marcos y bastantes compañeros del equipo con sus parejas e hijos. Busco con la mirada a Andrea y maldigo en silencio. Otra vez el puto Mario Casas aquí, joder, es que no tiene películas que grabar o alguna actriz que tirarse. Están los dos en el jardín riéndose con sendos vasos en la mano. Decido pasar de ellos o voy a empezar la fiesta cabreado. Voy a girarme para irme hasta la zona de la chimenea y Andrea decide en ese momento mirar hacia dentro. Me ve y una sonrisa ilumina su cara, hace ademán de venir a verme, pero yo sólo levanto mi mano para saludarla y sigo mi camino. Puedo ver por el rabillo del ojo como se le quita la sonrisa de la cara y gira su cabeza para seguir hablando con Mario.
- Hola Isco –me dice Maya dándome dos besos
- Felicidades Maya, y ¿Marcos?
- En la barbacoa –me dice poniendo una mueca de disgusto
- ¿No estará solo?
- Noooo, está Sergio Ramos con él...
- Menos mal, Marcos y barbacoa no es buena combinación...
- ¡Y que lo digas!
- ¿Y Tamara? –le pregunto mirando alrededor
- Con mis suegros, presumiendo de nieta...Y Erica está en la cocina con Claudia... -me dice Maya mirándome
- Gracias guapa –me acerco a ella y le doy otro beso en la mejilla
Así que me voy a la cocina. Veo a María y la cojo en brazos para darle muchos besos y cosquillas, algo que la hace reír. Pone sus manos en mi cara y me da un beso en la nariz. La dejo en el suelo para que siga jugando con el resto de los niños. Llego a la cocina y Claudia está allí dándole el biberón a Erica sentada en una silla. Marco la mira embobado, a las dos.
