Isco Alarcon siempre ha deseado formar una familia como la que tienen el resto de sus amigos. Desengañado por su última relación se promete a si mismo que la próxima persona que pase por su vida, será la definitiva, la futura madre de sus hijos.
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Creo que es la primera vez en mucho tiempo que tardo tan poco en vestirme. Me he duchado de los primeros y estoy terminando de arreglarme. He quedado con Andrea que la recogería en la puerta de Woman Secret de Hortaleza. Estoy nervioso, no puedo negarlo. Son tantas ganas las que tengo de estar con ella. A ver si así se da cuenta de lo mucho que me gusta y de que me gustaría que estuviéramos juntos. Se que este juego es peligroso, pero luego miro a Marcos, que ya pasó por algo así con Maya, y tampoco les ha ido tan mál. Además, no pensaba permitir que se enrollara con Mario Casas, ni hablar. Marco sale de la ducha y se acerca a nosotros.
- Eh, ¿nos vamos por ahí a cenar con los niños? - nos pregunta
- ¡Que va cuñado! - contesta Marcos - no puedo. Andrea ha quedado esta noche con un tío y nos quedamos Maya y yo con la niña...
- ¿Andrea sale con alguien? - pregunta Marco extrañado
- Al parecer si, es uno del gimnasio donde trabajaba. Y tiene que gustarle mucho porque no veas la que tenían liada las dos primas eligiendo la ropa - dice Marcos mientras no puedo evitar sonreír
- ¿Tú lo sabías Isco? - me pregunta Marco
- ¿Yo? ¡Qué va! - respondo sin mirarlo. Es que me lo va a notar, que Andrea dice que tiene un radar de padre
- Pues vaya... bien por Andrea, pero lo siento por ti Isco...
- Tampoco pasa nada... además, yo también he quedado...
- ¿Tú también?
- Si
- ¿Con quién?
- No la conocéis...
- Pues genial por los dos...
- Bueno chicos, yo me voy. Nos vemos el lunes - les digo despidiéndome. Es mejor que me vaya rápidamente porque sino van a empezar a hacerme preguntas y van a acabar descubriéndolo.
- Ya nos contarás Isco - me dice Marcos mientras salgo por la puerta. Si claro, en eso estaba yo pensando.
Voy hasta el parking y después de dejar la bolsa en el maletero del coche, me monto y arranco en dirección al barrio de Hortaleza. No puedo negar que estoy ansioso por ver a Andrea y por pasar la noche con ella. Tampoco puedo evitar algo de inquietud por querer que todo salga perfecto hoy. Nosotros como amigos nos llevamos muy bien, pero no sé si eso será suficiente para que seamos algo más. Bueno, pronto lo descubriré. Voy a llevarla a las afueras de Madrid, a San Agustín de Guadalix. Allí hay una posada rural que mirando por Internet, tiene muy buena pinta. Es pequeña y apartada, y las habitaciones me han parecido que tienen mucho encanto. Andrea me dijo que tenía que currarme esta primera vez, bueno pues espero que después de esta haya más veces.
Unos minutos después, doblo la esquina de una calle y diviso Woman Secret a pocos metros. Se me para el corazón al verla allí esperándome. Aparco en doble fila y me bajo del coche. Cruzo la calle y llego hasta ella. Cuando me ve su cara se ilumina y viene hacia mi. Puedo ver que debajo de su corta chaqueta, lleva una falda, empezamos bien.
