Isco Alarcon siempre ha deseado formar una familia como la que tienen el resto de sus amigos. Desengañado por su última relación se promete a si mismo que la próxima persona que pase por su vida, será la definitiva, la futura madre de sus hijos.
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Llevo ya casi 5 días en Valdebebas como nutricionista. El primer día fue difícil. Tuve que memorizar donde estaba todo e intentar no perderme porque esto es súper-grande. Me han dado un despacho bastante amplio y como me dijeron que lo adaptara como quisiera, me he pasado los primeros días organizando, cambiando muebles de sitio, revisando papeles, y todo el tema logístico e informático. Por suerte la gente que trabaja aquí es muy amable y me ayudaron en todo, con lo cual, el mismo miércoles tuve mis primeras citas con los chicos del Castilla. Lo primero que he hecho es pesarlos, medirlos, comprobar la grasa y en base a eso estoy elaborando las dietas que voy a ponerles. La semana que viene espero empezar con los de baloncesto y así organizarme bien.
Erica ni se ha enterado que está en la guardería. Maya me dijo que no hacía falta que la llevara, que ella se encargaba, pero no quiero abusar, bastante tiene con cuidar a su hija e intentar estudiar, aunque sean pocas asignaturas de las que se ha matriculado de Psicología. Ahora voy de camino a la guardería, es la hora de mi descanso para el desayuno, y aunque no pueda entrar, voy a ver a mi niña a través de los cristales.
Isco ha estado muy liado con partidos y entrenamientos y por eso sólo nos hemos mandado mensajes y hablado por teléfono, pero poco. No quiero calentarme la cabeza con este tema, porque aunque ha sido el mejor fin de semana de mi vida, entendería si no quiere volver a repetir. Esto ha sido un paso muy importante para los dos. Algo más que amigos, no dejo de repetirme.
Llego a la guarde y miro a través del cristal buscando a mi pequeña. Hay que ver que tiene ya casi 3 meses y medio y lo preciosa que está. Le están dando el biberón y ella se ríe con la chica que lo hace. La saludo y ella gira a Erica para que la vea. Me muero de amor por mi bebé.
- ¡Está más guapa cada día! -me dice Isco poniéndose a mi lado
- ¡Joder Francisco! Me has asustado, vienes tan sigiloso -le digo mirándolo. Error. Que bien le queda el chándal del Madrid. Y que guapo está. Se ha cortado el pelo, un poco más de lo normal y está tremendamente atractivo
- ¿No será que te pongo nerviosa? -me pregunta susurrándome al oído
- Que más quisieras, ¿No tienes que entrenar? - le pregunto muy cortante
- He venido a ver como esta Ética, espero que no te importe - me dice alzando sus hombros
- No, claro que no... Bueno me voy que tengo ahora una cita con un chico del Castilla... -miro a Erica una última vez y me doy la vuelta para irme. Casi ni me despido de él. Estoy actuando como una imbecil
Siento como viene detrás de mí. Mi corazón latiendo muy deprisa. Giro a la derecha y ando un poco más por el pasillo de los vestuarios, de pronto me agarra del brazo y sin darme tiempo a reaccionar abre la puerta de una habitación y cerrando tras de sí me acorrala en la pared. Isco ataca mi boca cogiéndome de la cintura con sus fuertes brazos. Sus labios se mueven apresurados sobre los míos, me mordisquea el labio superior y un gemido sale de mi boca cuando siento como su erección se clava en mi estómago. Joder como besa. Sus labios juguetean con los míos, me saborea, me lame, me acaricia sin control. Se separa de mi y empieza a darme pequeños besos por el cuello. Llevo mis manos a su pelo y tiro de el, Isco me mira sorprendido y yo le hago que acerque su boca a la mia para besarlo desesperada. Me como su boca, literalmente. Acerco más su cuerpo al mío. Me tiene excitada, y mucho. Nos separamos cuando ya no podemos respirar más.
